Las obras para la renovación del tendido eléctrico en el concejo de Caso serán una realidad en semanas. Y es que el proyecto, que encabeza Hidrocantábrico Distribución (EDP), ya cuenta con las autorizaciones pertinentes tras pasar la tramitación ambiental. El proyecto tiene un presupuesto de 480.000 euros. El alcalde de Caso, Miguel Fernández, espera que las obras comiencen "cuanto antes", sobre todo para evitar que se vuelvan a producir más cortes en el suministro, sobre todo ante la llegada del invierno.

La iniciativa supone la construcción de una línea aérea de alta tensión y cable de fibra óptica que enlazará las líneas existentes en La Marea y Bezanes. Este proyecto se ubicará entre Las Cuevas (Piloña) y Nieves (Caso), localizándose todo el trazado en el concejo de Caso. Y supondrá "mejorar la calidad del suministro de energía eléctrica en dos amplias zonas de Piloña y Caso, dotándolas de doble alimentación". El proyecto fue bien recibido por el alcalde casín, quien aseguró que "nos hace mirar al futuro de otra manera, y esperamos que las obras comiencen antes de que el invierno se meta de verdad en el concejo". Y es que la mala calidad del suministro hizo que se dieras escenas como las ocurridas el pasado mes de diciembre, cuando los vecinos de Caso estuvieron once horas sin luz, internet, teléfono ni televisión. En otros inviernos fue más tiempo aún, hasta varios días.

Mientras duren las obras, que se prevén complejas y podrían prolongarse durante unos dos meses, los vecinos recibirán suministro eléctrico por medio de generadores. "Habrá uno grande en Abantro, que es el punto de distribución de la red para todo el concejo", había señalado el regidor casín tras el encuentro que mantuvo en febrero de este año con los representantes de EDP. Un generador similar ya se utilizó a finales del pasado año debido a una avería . Además, Tarna y Orlé tienen más generadores que podrían usarse si fuera necesario.

Se instalarán torres que pueden llegar a tener una altura de entre 25 y 30 metros, con tramos de tendido que, entre torre y torre, pueden alcanzar los 200 metros. Sin embargo, supondrá un alivio para los vecinos, que se quejaban de ser ciudadanos de segunda, debido a los cortes, a pesar de que pagaban las mismas facturas que en el resto de la región. Si todo sale bien, los cortes en el suministro se quedarán como un mero recuerdo del frío invierno en el pasado.