Dos años de cárcel y otros dos sin carné de conducir. Esa es la pena que ha aceptado una mujer que fue interceptada, a finales de 2018, conduciendo ebria y en sentido contrario durante más de kilómetro y medio por la Autovía A-66 por el concejo de Mieres. Finalmente el juicio, señalado para ayer, no llegó a celebrarse, al alcanzar un acuerdo de conformidad la Fiscalía y la defensa de la conductora. El pacto fue ratificado y firmado en el Juzgado de lo Penal número 1 de Oviedo.

La ahora condenada por estos hechos hizo caso omiso a las tan repetidas campañas de evitar el alcohol al volante que la Dirección General de Tráfico puso en marcha hace lustros, cuando los casos de alcoholemia comenzaron a dispararse en las carreteras españolas. Esta mujer aceptó los hechos por los que fue acusada, y que tuvieron lugar en la tarde del 21 de diciembre de 2018. Ese día la conductora circulaba con su vehículo por la carrera AS-375 (Oviedo-Campomanes), en sentido Oviedo. Eran las cuatro y veinte pasadas. En un momento dado, decidió tomar una salida para coger la Autovía A-66. Lo hizo en el enlace de Ujo. Se trata de uno de los entronques más peligrosos de la comarca del Caudal y su remodelación ya se ha solicitado en numerosas ocasiones.

La conductora accedió por el carril de deceleración de la salida 53. Circulaba en sentido León, pero lo hacía por los carriles que se dirigen hacia Gijón, yendo en sentido contrario a la marcha. En los hechos probados del acuerdo de conformidad rubricado ayer se especifica que "la mujer hizo caso omiso de la señalización vertical existente de dirección prohibida y recorrió 1,6 kilómetros con conocimiento de que estaba causando un grave riesgo para los demás usuarios de la vía, ya que se cruzó con un vehículo". Entonces, la mujer detuvo su coche en el arcén a poca velocidad a consecuencia de un pinchazo o reventón, en el punto kilométrico 55,000 de la calzada sentido Gijón pero orientada hacia León, donde fue interceptada por una patrulla de la Guardia Civil.

Al sospechar que la acusada circulaba bajo la influencia de bebidas alcohólicas, la Guardia Civil le hizo la prueba de alcoholemia, en la que arrojó, a las 16:41 horas, un primer resultado de 0,85 miligramos de alcohol por litro de aire espirado -la tasa permitida es de 0,25- . En la segunda prueba, realizada un cuarto de hora más tarde, el resultado fue de 0,79 miligramos de alcohol por litro de aire espirado. La acusada, según el atestado, presentaba, además, los siguientes síntomas que denotaban su embriaguez: rostro pálido, ojos apagados, habla titubeante, olor a bebidas alcohólicas notorio a distancia, repetición de frases o ideas y deambulación titubeante.

Fue imputada por dos delitos contra la seguridad vial. Tras reconocer los hechos, la acusada aceptó una condena de dos años de prisión, inhabilitación especial para el derecho de sufragio pasivo durante el tiempo de la condena y privación del derecho a conducir vehículos a motor y ciclomotores durante dos años.

Más de kilómetro y medio al volante haciendo el "kamikaze" y en fechas navideñas. Finalmente todo se quedó en un susto tanto para la conductora como para el resto de usuarios de la vía.