Los vecinos de las viviendas de realojo de la Mayacina han denunciado ante el Ayuntamiento de Mieres la presencia de okupas . Lo singular del caso es que no es una vivienda el inmueble que ha sido apropiado indebidamente, ni tan siquiera un bajo comercial. Por no ser no es ni una cochera, ya que el espacio "invadido" es la zona común de acceso a los garajes, una antecámara de unos 30 metros cuadrados de superficie abierta a la acera y que ha sido "acondicionada" como habitación utilizando madera, cartones y otros materiales.
En la insólita morada anexa a la vía pública se han instalado tres personas, todas ellas con graves problemas de drogadicción, según advierten los vecinos y reconocen las fuentes policiales consultadas. Han podido ocupar la citada propiedad de Vipasa debido a que las cocheras llevan años sin uso por problemas burocráticos relacionados con defectos del proyecto. Algo tan extraño como la okupación de un acceso a unas cocheras subterráneas debía, necesariamente, estar sustentado en una coyuntura también inusual, como es el hecho de que la instalación esté sin uso desde hace años.
La "amañosa" presencia de esta especie de zaguán pegado a la acera ha sido aprovechada por el citado grupo de personas sin hogar para instalarse de forma permanente. Estas personas ya se habían establecido previamente en diferentes espacios públicos de la ciudad. Pero nunca hasta ahora habían conformado un habitáculo tan equipado. Con cartones y tablones de madera han cerrado el espacio. En el interior disponen de sillas y mesas, con una cama en el fondo.
Los vecinos están alterados tras semanas soportando las molestias que generan los "intrusos". El problema, más que de su simple presencia, surge de los hábitos de vida del grupo. Así, la comunidad de vecinos de la calle Salvador Allende, con el apoyo del resto de residentes en este complejo residencial situado junto al puente Seana, han presentado un escrito ante el Ayuntamiento solicitando el urgente desalojo de la cochera. Aseguran que la convivencia con los okupas es inviable.
"Estamos viviendo una situación de insalubridad debido al aumento de excrementos humanos en las aceras, basura en la vía pública, colchones y malos olores", indican los portavoces de la comunidad. Subrayan igualmente que se trata de personas de trato complicada, que hacen imposible una convivencia armoniosa en el barrio. "Son gente con un evidente problema de dependencia a sustancias y recurren a la violencia verbal cuando están en necesidad de consumirlas y no tienen medios para conseguirlas". En el mejor de los casos, "asaltan" a los viandantes demandando dinero y tabaco.
Los vecinos de esta zona del casco urbano de Mieres aseguran sentirse actualmente "inseguros" debido a que la presencia de los okupas está generando un ambiente enrarecido en el entorno. "Cada día hay más personas problemáticas rondando la zona, incluso llegando a ocupar los bajos de los puentes de acero de acceso a nuestros portales, colocando colchones y otros enseres personales". Las familias con niños recalcan la inquietud que les genera el "evidente" menudeo de droga que se percibe en las inmediaciones: "Se les puede ver consumir en la vía pública". El malestar vecinal ha ido en aumento al comprobar que sus quejas no son escuchadas: "Nadie nos da una solución y así no se puede vivir, más cuando estamos siendo golpeados por una pandemia".
