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La descontaminación de Texeo, primer paso para el parque turístico de Riosa

El Ayuntamiento adjudicará y comenzar las obras, que cuentan con 1,2 millones de fondos mineros, durante el verano, para acabar en 2022

El mirador construido entorno a las milenarias minas de cobre de Texeo.

Si hay un rincón en Riosa, que junto al Angliru, es un icono turístico por su historia y patrimonio, ese es el que guardan las minas de cobre de Texeo. Unas milenarias explotaciones de cobre, que datan de hace más de 4.000 años, y cuya explotación turística está aún pendiente de un proyecto clave: la descontaminación del terreno. Una iniciativa que arrancará este mismo año, tal y como confirmó la alcaldesa, Ana Díaz, a LA NUEVA ESPAÑA. El gobierno local ya maneja plazos en cuanto a la licitación y puesta en marcha de los trabajos. El proceso administrativo para contratar las obras se pondrá en marcha entre junio y julio. Y entre julio y agosto, los operarios ya iniciarían las labores. El próximo 2022, el suelo de Texeo debería estar descontaminado para que el Ayuntamiento pueda buscar fondos para desarrollar un parque turístico que pueda convertirse en un gran polo de atracción de visitantes y generador de economía.

La descontaminación de las minas de Texeo es uno de los proyectos incluidos en los fondos mineros del periodo 2013-2018, y cuenta con un presupuesto de 1,2 millones de euros. “Estamos cerrando los pliegos para poder empezar ya a tramitar todo el expediente de licitación”, explicó Ana Díaz, que agregó que “nuestra idea es poder sacar las obras a concurso entre los meses de junio y julio”. Y en función de la celeridad con la que se pueda resolver el trámite administrativo, comenzarían las obras físicas: “prevemos que durante el verano, bien en julio, bien en agosto, o todo lo mas a comienzos de septiembre, ya empiecen los trabajos”.

Ana Díaz, en el entorno del poblado minero de Rioseco. Juan Plaza

No son estas fechas al azar. La regidora explicó que los trabajos han de iniciarse antes de finalizar el 2021, ya que tienen una partida económica consignada que hay que desarrollar, y que han de finalizar en el año 2022. “Hay que acelerar el proceso todo lo que podamos o nos dejen”, indicó Díaz, que por otra parte, lamentó que esta recuperación del terreno tenga que hacerse con unos fondos concebidos en origen para la reactivación económica: “Es una pena tener que gastar 1,2 millones para descontaminar un terreno, algo que no nos correspondería como Ayuntamiento, pero es lo que nos toca y tenemos que hacerlo bien y con diligencia”.

Y es que una vez que el suelo de Texeo esté descontaminado, será el punto de partida de un ambicioso proyecto turístico que aunque ya haya dado sus primeros pasos, aún requiere de este saneamiento del terreno para poder crecer y convertirse en referente. “Tenemos una zona cultural e histórica de mucho valor que tenemos que explotar”, manifestó Ana Díaz, para agregar que “la gente ya está interiorizando que la mina se acabó, y que debemos mirar a otros horizontes como el turismo. Ahora solo tenemos el Angliru como referente explotable, pero cuando podamos empezar a trabajar sobre el suelo ya descontaminado en Texeo, habrá dos enclaves de suma importancia y valor”.

Las minas de Texeo, originalmente fuente de extracción de cobre, se incluyeron en 2001 en el catálogo de zonas contaminadas. El suelo del entorno presentaba altos valores de metales nocivos como arsénico, plomo, cobalto, cinc, níquel y, como no, cobre. Las minas dejaron de funcionar a mediados del siglo pasado. Y desde hace años, ya con el anterior gobierno socialistas, y ahora con Ana Díaz, de IU al frente, por el consistorio riosano pasa el convencimiento de que estas explotaciones y sus históricos secretos podrán embelesar a los turistas.

Unión

El Ayuntamiento de Riosa piensa en un proyecto integral de turismo, tratando de vincular tanto el potencial que ofrece el Angliru, mucho más vinculado a la actividad deportiva y natural, como al vestigio industrial e histórico que suponen las minas de cobre de Texeo. Tal y como anunció LA NUEVA ESPAÑA, el equipo de gobierno encabezado por Ana Díaz unirá ambos recursos a través de una senda.

Será una ruta de unos seis kilómetros de longitud, que irá desde la falta del Angliru, poco más adelante del núcleo de Viapará, donde comienza la parte más dura de la subida, hasta el poblado minero de Rioseco, en la zona más baja del conjunto de Texeo. La idea es aprovechar la nueva pala excavadora adquirida por el Ayuntamiento para poder abrir el camino.

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