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Mieres ha impuesto 4 sanciones ligadas a la nueva ordenanza de tenencia de perros

El Ayuntamiento asegura que la prohibición afecta a la “permanencia” de mascotas en los parques, y no a que lo crucen por zonas autorizadas

La protesta por la ordenanza de mascotas del pasado domingo en Mieres.

Nueve multas desde finales de abril, cuatro de ellas relacionadas con la presencia de perros en los parques. Ese es el balance sancionador de los dos primeros meses con la nueva ordenanza de tenencia de animales de Mieres, que ha levantado ampollas entre un sector de los propietarios de mascotas, que se sienten tratados “como terroristas”. El Gobierno local, en manos de IU, asegura que la citada ordenanza se ha redactado pensando “en el bienestar animal, y en la convivencia entre las mascotas y las personas”. Eso sí, son tajantes: “si pretendemos poner a los animales por delante de las personas, estamos muy equivocados”.

Según ha podido saber este diario, de las nueve sanciones impuestas, cuatro han sido por tener a los animales sueltos en zonas no permitidas y otra porque el animal en cuestión no llevaba el chip de identificación. El último póquer de multas sí que se relaciona más con la nueva regulación, y con el punto que más fricción parece haber causado: la presencia de mascotas en parques con zonas de juegos infantiles.

Los portavoces municipales, que indican que la nueva regulación de Mieres es prácticamente calcada a la de otras ciudades, reconocen que “quizá la redacción del punto sobre los parques no especifica el espíritu de la norma como queríamos”. Y agregan que “en cualquier caso, el sentido común es el que debe de imperar, para todos”. Apuntan a que “nadie va a multar a una persona que atraviese un parque con el perro, siempre que no pase por las zonas verdes o las infantiles”. Pero hasta ahí. Una zona de paso. “Lo que no pueden es permanecer con las mascotas en el parque, y es lo que muchos hacen, llevar a sus perros a las zonas verdes a que hagan sus necesidades”, apuntan.

El gobierno local no descarta una modificación de la redacción de la norma para que quede tipificado. En cualquier caso, subrayan, “la normativa siempre se pensó pensando en el bienestar animal, ya que si se lee con detenimiento, se han impuesto mecanismos de protección y sanciones muy altas para los dueños irresponsables que abandonan o que maltratan a las mascotas”. Todo ello sin olvidarse de la necesidad de una convivencia sana entre personas y animales, y siempre teniendo en cuenta “que la ciudad es para las personas”. “Tenemos dos áreas caninas bien amplias para que se puedan soltar a los perros, y para que puedan tener un sitio en el que esparcir, y que están a 10 minutos una de la otra”, valoraron desde el gobierno local de Mieres.

Y aunque la polémica sigue en pie, la realidad es que en Mieres, desde hace meses, las calles están atestadas de excrementos caninos. En zonas verdes y fuera de ellas. En las calles o en las plazas. Una acción, la de no recoger las cacas de los perros, que está sancionada con 300 euros en la nueva ordenanza. Eso sí, desde el gobierno local admiten la dificultad para poder “cazar” a esos dueños incívicos: “Salvo que haya policías de paisano, es difícil poder pillarlos. Y eso que hay vecinos que colaboran en la identificación de esos dueños irresponsables”, finalizaron desde el gobierno local.

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