El Marqués de Comillas, este verano, tiene buena cara. El Ayuntamiento ha dado por culminada la restauración de la emblemática estatua en honor al fundador del poblado minero, declarado Bien de Interés Cultural (BIC) en el año 2017. Desde la entidad cultural “La Pudinga”, máxima valedora del enclave, se han mostrado “satisfechos” con el resultado. Todo un impulso para seguir trabajando: el concejal de Turismo, Juan Ponte (IU), ha asegurado que esta actuación es solo “el comienzo de las mejoras" previstas para Bustiello. También está proyectada la reforma del Centro de Recepción de Visitantes.
Era el momento de restaurar la escultura del II Marqués de Comillas (Claudio López Bru), de aleación de bronce con pedestal en piedra artificial. Está datada en el año 1925. El concejal de Turismo destacó que “sufría el deterioro provocado por el paso de los años”. Entre otras cuestiones, se habían observado ya desplacaciones en los morteros, tinticiones vegetales y pérdidas de materia o costras. “El estado en el que se encontraba hacía necesaria la intervención”, destacó Ponte.
Y la pusieron en buenas manos. Los trabajos fueron encargados a Natalida Díaz-Ordóñez Melgarejo, graduada en Conservación y Restauración de Bienes Culturales. La actuación fue completa. Incluyó la limpieza y la eliminación de materia orgánica, que deslucía la estatua. También se desengrasaron y sellaron las grietas y desplacaciones. Además, los trabajos se completaron con la reubicación de las letras faltantes y el tratamiento de las originales. “Estas han sido algunas de las actuaciones realizadas no solo en el monumento, sino también en la verja perimetral”, explicaron ayer desde el equipo de gobierno.
La escultura luce un pie que cuenta su historia: “Al Exmo. Sñr. D. Claudio López Bru. Marqués de Comillas. El personal de las minas de Aller, año 1925”. La estatua fue financiada por los trabajadores de los pozos, a la muerte del que fuera II Marqués de Comillas. Legado que permanecerá intacto porque, según el gobierno local, la restauración del monumento “se ha llevado a cabo en todo momento garantizando la conservación de la obra”.
La escultura representa, en su pedestal de piedra, a un operario ofreciendo un cesto de flores al patrón. Se trata de un monumento “de alto valor artístico e histórico” y no hay que olvidar, añadieron los responsables municipales, que “preside el poblado minero de Bustiello, un Bien de Interés Cultural que es una de las joyas del patrimonio del concejo y máximo exponente del paternalismo industrial”.
El poblado se está poniendo en valor, detallaron desde el área de Turismo: “Es un proyecto integral que incluye la elaboración de un plan especial para Bustiello y otras actuaciones de mejora en el centro de interpretación y en el poblado”. El siguiente paso, confirmó ayer Ponte, será la reforma del Centro de Interpretación. Es un punto de encuentro para cientos de turistas que acuden cada año, especialmente en verano, a Mieres para conocer su pasado industrial y minero.
Aún queda mucho por hacer. Desde hace meses, la entidad Salvemos el Sanatorio de Bustiello reclama la búsqueda de financiación para mejorar el emblemático inmueble: era el lugar de asistencia médica para los trabajadores de las minas del Marqués. Además, la entidad “La Pudinga” registró el pasado mes de junio un escrito en el Ayuntamiento de Mieres para llamar la atención sobre las “carencias” del histórico puente del poblado. Fue construido en 1890 y, afirman responsables del colectivo, actualmente “presenta un estado muy deteriorado, con falta de seguridad”. Los miembros de “La Pudinga”, aunque contentos con la restauración de la estatua, no quieren que las administraciones bajen la guardia: “Bustiello es una joya y hay que cuidarla”.
