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El Mirador de Zuvillaga, en San Isidro, sigue sin reparar tras el alud

Las obras de rehabilitación de la carretera del puerto allerano siguen sin rematar pese al incremento del tráfico en verano

Las viseras antialudes de San Isidro, vistas desde Riofrío. | L. Camporro

Las obras de rehabilitación de la carretera del puerto de San Isidro siguen sin terminarse. Los trabajos, que serán una solución temporal hasta que se acometa una mejora integral de las seguridad en la subida del también llamado puerto Braña, comenzaron a ejecutarse tras el fallecimiento, el pasado enero, de dos operarios de Carreteras, arrastrados por un alud en la zona de Riofrío. A día de hoy, las labores continúan, y la seguridad en la carretera es cuestionable, toda vez que zonas como el mirador de Zuvillaga se encuentra lleno de cascotes y piedras, derivadas de la fatal avalancha. El pasado uno de enero, la nieve se desprendía de la ladera de la montaña en la zona de Riofrío, arrasando todo lo que se encontró a su paso. Dos trabajadores que estaban realizando labores de conservación y limpieza con una máquina quitanieves se vieron arrastrados por el alud, falleciendo ambos.

El mirador de Zuvillaga, con los destrozos de la avalancha del pasado enero. | L. Camporro

La magnitud de la avalancha hizo que los trabajos de rescate del cuerpo de uno de los operarios se alargasen por cerca de un mes, sin descanso.

En el mes de febrero, el Principado aprobaba una inversión de urgencia de más de 220.000 euros que consistían para reponer los elementos dañados y mejorar la seguridad de la carretera AS-112, en el tramo comprendido entre la localidad de Cuevas y el puerto, que fue la zona a la que afectó el citado alud. Los trabajos consisten en la reparación de un hundimiento en el kilómetro 36.9 y la retirada del material desprendido.

Sin embargo, y a tenor del estado actual del puerto Braña, los trabajos no han sido rematados como se esperaba. Y es que ahora, en época veraniega, son muchos los turistas que utilizan esta carretera, y que se detienen en el mirador de Zuvillaga para contemplar el paisaje, ya que se divisa toda la zona baja del puerto. Sin embargo, la seguridad es nula, al no haberse repuesto las barandillas de madera. Además, no son solo los visitantes los que usan en el verano esta carretera. Muchos ganaderos también tienen sus reses en el puerto, y lamentan que la actuación en la sinuosa subida allerana haya sido más profunda.

El fatal suceso del pasado 1 de enero no hizo sino refrendar las voces de aquellos que llevan años quejándose de la peligrosidad del puerto y del alto riesgo de aludes. En este sentido, el Ayuntamiento de Aller también reclamó al Gobierno regional una actuación que definitivamente soluciones una histórica problemática.

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