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Reabre seis horas al día la carretera de La Nueva, cortada desde hace 38 días

Los vecinos piden ampliar los horarios para ir a trabajar y estabilizar la escombrera que causó el cierre

Vehículos circulando ayer por la LA-7 en la zona que se produjo el desplazamiento de la escombrera.. | L.M.D.

“Fue horrible”, “un caos”. Así definían ayer Alicia López y su madre, Cristina Hernández, lo que han vivido los vecinos de La Nueva, en el valle de Samuño, desde que el pasado 8 de diciembre una escombrera de Hunosa se viniese abajo y cortase las carreteras LA-7 y LA-8, las que unen La Nueva y Pampiedra con Ciaño, y de ahí con el Corredor del Nalón y el resto de Asturias.

Alicia López y Cristina Hernández, vecinas de La Nueva

A Pampiedra se puede acceder en coche desde el 19 de diciembre pero en La Nueva, junto al pozo San Luis, han tenido que esperar hasta ayer a las dos de la tarde para poder circular por la vía. Han sido 38 días de rompederos de cabeza y de dar rodeos por reviradas, sombrías y maltrechas carreteras de montaña.

Reabre seis horas al día la carretera de La Nueva, cortada desde hace 38 días

El Principado, responsable de la vía, informó ayer por la mañana al Ayuntamiento de Langreo que se habilitaría el paso de vehículos en tres franjas horarias: de 8.00 a 10.00, de 14.00 a 16.00 y de 18.00 a 20.0 horas. Un alivio de luto para los vecinos. Los más jóvenes, los que tenían que acudir al colegio o al instituto utilizaban el tren turístico del Ecomuseo de Samuño que enlaza el pozo San Luis con El Cadavíu, y salva la zona del argayo. El resto, trabajadores que tenían que salir del pueblo o vecinos que tenían que hacer gestiones o cualquier otra cosa, se las apañaban como podían. El tren turístico también estaba a su disposición pero muchos tenían que utilizar otras carreteras que multiplicaban los kilómetros de sus desplazamientos. De eso se quejaba ayer también Alicia López, “para el bolsillo ha sido tremendo”. Han pasado de hacer tres kilómetros a tener que recorrer bastantes más, con el gasto de combustible que supone. “¿Vosotros habéis ido por esas carreteras? No puede ser”, se preguntaba y respondía Orlando González dejando claro que los accesos alternativos no son sencillos.

Ahora podrán utilizar la carretera pero solo seis horas al día, algo que no convence a todos. Los vecinos estaban convocados ayer noche a una asamblea para analizar la situación pero lo que ya tenían claro es que iban a pedir una modificación de los horarios. Tomás Hernández, alcalde de barrio de La Nueva, avanzaba ayer tarde que van a solicitar que los horarios de apertura de la carretera se amplíen. “Hay vecinos que entran a trabajar a las ocho de la mañana”, explicaba, por lo que solicitarán que el primer tramo horario en el que se pueda circular comience a las siete de la mañana y no a las ocho, como ha marcado el Principado. En auxilio de la hostelería local y en apoyo a los vecinos que salen de trabajar a las ocho o nueve de la noche quieren “que se amplié el horario de tarde todo lo posible”. Lo ideal, dice Tomás Hernández, sería que se pudiese circular hasta las diez de la noche. Eso sí, apunta el alcalde de barrio, “siempre cumpliendo con las medidas de seguridad que establezcan los técnicos”.

Los vecinos están cansados. Mantienen una buena relación con el Ayuntamiento de Langreo y entienden que el Principado hace lo que puede ante un desmonte de enormes dimensiones, pero van más allá. “Hunosa (propietaria de la escombrera que se ha venido abajo) tiene toda la responsabilidad”, afirma tajante Tomás Hernández. Para ellos la empresa hullera “es la gran responsable” y es quien debe “buscar una solución definitiva”. “En Hunosa se habla mucho de rehabilitación medioambiental y de transición ecológica, pues aquí tienen mucho que hacer”, insiste Hernández, que señala que otra escombrera, con filtraciones de agua, que se puede venir abajo y llevarse por delante algunas casas del pueblo. El alcalde de barrio destaca que el Ecomuseo de Samuño atrae muchos turistas a la zona “pero también se debe invertir en los alrededores, en el valle y Hunosa tiene que ponerse las pilas”.

Por el momento se tendrán que conformar con poder circular por la carretera unas horas al día. El Principado explicó ayer que la consejería de Medio Rural continúa con los estudios de seguimiento del deslizamiento y está colocando testigos digitales en varios puntos. Se trata de acelerómetros con registro continuo de desplazamientos y sistema de alarma, que permiten identificar movimientos en tiempo real y adoptar medidas si resulta necesario. Está previsto que los trabajos de colocación de estos testigos se prolonguen, aproximadamente, durante diez días.

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