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Pequeñas ganaderías de Mieres venden su carne por internet para ahorrar costes

El objetivo es evitar intermediarios y ampliar el mercado | El sector alerta de que la subida del gasoil y el pienso pone en riesgo su futuro

Carlos García, con su toro premiado. | D. M.

Hacía más de una década que el mejor ganado de Mieres no se enseñaba en el mercado municipal. La celebración del concurso anual sirvió ayer para retomar un encuentro con gran tradición que llevaba más de una década en suspenso. El sector respondió a la llamada y exhibió calidad, aunque el mensaje que se lanzó, sino de socorro, fue al menos de frustración ante la difícil situación de la actividad: “La pequeña explotación tradicional está condenada a desaparecer si las cosas siguen así. Los costes no dejan de subir y el precio de la carne se mantiene estable”, apuntan los profesionales.

Participantes en el concurso.

La situación de la cabaña ganadera de carne es “crítica”, según reconocen los propios productores. De hecho, para sobrevivir se han visto empujados a buscar nuevos mercados hasta hace poco ajenos a un sector marcadamente rural y tradicional. La venta online de carne desde las propias ganaderías se ha convertido en una alternativa que permite aligerar los costes de intermediarios y ampliar el alcance de la oferta. “Cada vez vendemos más a través de internet. Nos llegan muchos pedidos de Madrid, Andalucía y País Vasco, por ejemplo, lo que nos permite no depender tanto de la venta a las carnicerías, que se ha vuelto muy poco rentable”. Lo explica Carlos García, el gran vencedor del XV Concurso anual de Ganado, que reunió a medio centenar de las mejores reses del concejo de Mieres.

Trayectoria familiar

La ganadería de Carlos García, con unas cien cabezas y ubicada en Urbiés, se alzó ayer con los premios de mejor toro y vaca culones, además de con el de mejor vaca corriente. Fue distinguido como el mejor lote, además. En su caso la ganadería es una pasión heredada de una trayectoria familiar que, desde mediados del siglo XIX, ha ido pasando por las manos de seis generaciones. Es muy probable que en este tiempo nunca el sector haya pasado por un crisis como al actual: “Todo sube, tanto el pienso como el transporte, pero la carne mantiene el precio”, señala Carlos García. “El minifundio tradicional asturiano lo tiene muy complicado actualmente para sobrevivir”.

En su caso, la venta “online” le ha supuesto un desahogo: “Tenemos que agudizar la imaginación para sacar un mínimo de rentabilidad”. Este ganadero mierense sacrifica sus animales, los despieza y envasa en el macelo de Gijón. Luego recurre a una conocida empresa de transporte especializada para el reparto de los pedidos que llegan desde toda España a través de la página web de su explotación. “Al final no queda más remedio que intentar acercarse al consumidor”.

El sentir general es casi unánime, con un discurso homogéneo dentro del sector. Borja Díaz Fernández tiene su cuadra en el Padrún. Se alzó con un tercer premio, con un ternero de año, y un segundo, en este caso con una vaca intermedia, en concreto, un animal de seis años llamado “Mariela”. “La subida de los piensos y del gasoil es tremenda y lógicamente está dañando al sector ganadero. La carne no sube y los gastos se incrementan sin parar”, señala. Los ganaderos llevan meses asistiendo al incremento de los costes de las materias primas. “Hace un año el saco de pienso nos salía por nueve euros y medio y ahora pasa de los veinte”, apunta Díaz. Y añade: “La gente que tiene cuatro o cinco vacas ya está desistiendo, porque al final te cuesta dinero”.

Escaparate

El recinto ferial de Santullano llevaba casi tres años sin acoger un evento ganadero, ya que la última cita fue en 2019, con la subasta nacional de animales de libro genealógico que organiza la Asociación Española de Criadores de Asturiana de los Valles (Aseava). Mucho más llevaba el Ayuntamiento de Mieres sin organizar un concurso que se puso en marcha con gran éxito a finales del pasado siglo. La crisis económica que llevó en 2011 a que el Consistorio viera desbordada su capacidad financiera obligó a suspender este certamen, que ahora se remota con la intención de perdurar definitivamente en el tiempo. “Es un buen escaparate y una buena oportunidad para compartir experiencias”, apuntaron ayer los ganaderos que, en general, asumen que “en muchas ocasiones nos falta unión”.

“Nuestra intención era haber recuperado esta cita en abril de 2020, pero la pandemia lo impidió”, explicó el concejal de Ganadería, Luis Ángel Vázquez Maseda. “En su momento asumimos con el sector el compromiso de poner en marcha de nuevo un concurso y lo hemos hecho según las demandas de los propios profesionales”. De esta forma, el encuentro se centró exclusivamente en el apartado de concurso, sin feria paralela. La participación se circunscribió en exclusiva a ganaderías de Mieres.

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