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La torre de Soto vuelve a echar raíces: comienza la obra para evitar su derrumbe

Arrancan los trabajos para consolidar la estructura del torreón allerano, en cuyo entorno se realizará una excavación arqueológica

Roberto Fernández y Juan Carlos Iglesias, junto a dos obreros, frente a la torre. A. V.

Las obras para la consolidación de la torre de Soto están en marcha. Los obreros de la empresa Esvedra, adjudicataria de los trabajos, entraron ayer en la finca para comenzar con los desbroces previos, para posteriormente colocar los andamios y comenzar con el asentamiento de la emblemática construcción. Unas labores que también conllevan una excavación arqueológica, que tiene como meta encontrar algún vestigio de los orígenes de la construcción, que se sitúa en el siglo XII.

El alcalde de Aller, Juan Carlos Iglesias, acudió ayer a primera hora de la mañana junto con el concejal del Patrimonio, Roberto Fernández, a seguir el inicio de las obras, que según explicaron los responsables de la empresa adjudicataria, durarán unos cuatro meses. “Todo dependerá del tiempo que haga y de lo que nos vayamos encontrando mientras trabajemos, pero un plazo razonable serían unos cuatro meses”, explicaba Francisco García, responsable de la obra. Ayer había cuatro personas en la cuadrilla que estaba trabajando, si bien habrá momentos en los que se supere la decena de operarios para llevar a cabo las labores de sujeción de la construcción.

Además de la consolidación de la torre de Soto, los trabajos que se han contratado por 273.000 euros, incluyen labores de excavación arqueológica. La firma adjudicataria ha contratado al profesor de Universidad Alejandro García Álvarez-Busto, cuya empresa será la encargada de desarrollar las investigaciones que se requieran en el enclave, con el fin de preservar cualquier hallazgo que se pudiera dejar al descubierto.

El enclave allerano es una construcción de un tremendo valor histórico. Declarada Bien de Interés Cultural en el año 1975, la torre de Soto es el único elemento que ha sobrevivido de un castillo en el que se asegura que el rey Alfonso VII y doña Gontrodo se conocieron. El monarca y la noble asturiana mantendrían una relación extramatrimonial, de la que nacería doña Urraca, la considerada primera reina de Asturias. Una historia que habría sucedido intramuros de una construcción que ahora tratará de recuperar su esplendor.

Juan Carlos Iglesias señaló que “después de tantos años de espera por fin comienzan estas obras de consolidación en la torre de Soto, que es uno de los símbolos de nuestro concejo”. “La verdad es que estamos muy ilusionados con recuperar este Bien de Interés Cultural, porque además pasa por delante la senda que tenemos incluida dentro del plan turístico de Aller y supone mejorar uno de los grandes recursos del concejo”. El regidor apuntó que, además, una vez consolidado la construcción, la idea es potenciarla con alguna obra menor, como podría ser “un plan de iluminación”. De todas formas, estos trabajos se realizarían a posteriori desde el propio Ayuntamiento, con la idea de poner aún más en valor esta edificación.

Riesgo

Pero mientras la puesta en valor llega, la realidad es que los trabajos que ayer comenzaron buscan atajar una complicadísima situación que la torre llevaba atravesando durante muchos años y que hacía que corriese un alto riesgo de derrumbe. Tanto es así que la asociación nacional “Hispania Nostra” incluía este enclave en su “lista roja” de Patrimonio, con la que este colectivo conservacionista pretende poner el foco en aquellos elementos que corren un grave riesgo de desaparición debido a su estado de conservación.

Una lista de la que la torre allerana espera desaparecer en unos meses, una vez que los operarios finalicen con los trabajos para estabilizar y consolidar la construcción, en la que desde ayer ya trabajan. Algunos vecinos, que paseaban por el pueblo durante la mañana, también mostraban su satisfacción al ver que se desarrollaran las obras: “Ya era hora de recuperar una de nuestras señas”.

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