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Alarma por la caída de rocas en la carretera de Pelúgano: “Puede haber una desgracia”

Vecinos y usuarios de la vía advierten del peligro que genera la inestabilidad de una de las laderas

El último desprendimiento de rocas de ayer en la carretera de Pelúgano.

–Es cuestión de tiempo que ocurra una desgracia y entonces todos correrán a plantear soluciones, pero será tarde.

Los vecinos de Pelúgano están muy preocupados por los constantes desprendimientos que se contabilizan en la carretera de acceso a la localidad. El último se produjo ayer mismo, con piedras, en algunos casos, de unos dos metros de longitud. “Si te pilla justo cuando pasas con el coche te puede perfectamente lanzar fuera de la vía y la caída en este punto es de bastante más de cien metros”, apuntan los portavoces vecinales. El acceso a Pelúgano se realiza a través de una carretera de 1,5 kilómetros que da servicio a los más de 200 vecinos que residen en esta localidad allerana.

Además, se trata de una calzada muy utilizada por montañeros, ya que en Pelúgano se encuentra una escuela nacional de escalada y es el punto de acceso a rutas tan populares como la de Peña Mea o la alternativa al Ojo de Buey. “Un día va a producirse un argayo y nos encontraremos con un autobús de excursionistas en el fondo del valle”, advierten los usuarios de la carretera. Las quejas se concentran en un tramo de carretera concreto, de no más de cincuenta metros de longitud. Los vecinos demandan una actuación que garantice la seguridad del tráfico.

“Lo que hace falta es una actuación para sanear el terreno y luego la colocación de una malla de protección”, explican los portavoces de la comunidad.

Obras incompletas

La carretera de Pelúgano fue reformada hace unos años con una inversión que superó los 300.000 euros. “Es una pena que la actuación quedara incompleta”, lamentan los vecinos. Entonces, los trabajos se extendieron a lo largo de la vía, con 1.500 metros de longitud. Incluyeron una renovación completa del firme. En cuanto al drenaje, la obra se centró en mejorar el sistema para evitar inundaciones y la formación de baches durante el invierno. Los trabajos se completaron con un refuerzo integral en la seguridad vial, a través de la renovación e instalación de barreras.

Los vecinos perciben que la citada obra ha dejado graves deficiencias. “El problema con los argayos se localiza en un tramo concreto de pocos metros, por lo que la solución no debería ser muy costosa”, señalan. Hay un segundo problema, en las inmediaciones del desvío de Levinco: “No se adecuó la cuneta y el agua ha ido deteriorando y agrietando el firme”.

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