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Hasta 4.000 hectáreas mineras se usarán como laboratorio para la captura de CO2

La Universidad encabeza el proyecto, que pretende optimizar la gestión de los bosques y pastos con un presupuesto de 4,3 millones de euros

Terrenos restaurados de la antigua mina a cielo abierto de La Mozquita, propiedad de Hunosa. | LNE

El grupo de investigación "SmartForest", de la Universidad de Oviedo, convertirá las 4.000 hectáreas de masa forestal que tiene Hunosa en un laboratorio natural con el objetivo de mejorar la gestión de la captura de dióxido de carbono de la atmósfera. Una iniciativa que encabeza como investigadora principal la exdirectora de la Escuela Politécnica de Mieres, Asun Cámara. Tiene un presupuesto de 4,3 millones para un periodo de seis años. Se trata de un proyecto enmarcado en el programa europeo Life con una subvención del 60%.

El proyecto se basa en el concepto de la minería inversa. "Durante decenios se ha extraído carbón de las cuencas mineras que ha pasado a la atmósfera; una vez que se han cerrado las minas, planteamos que ese carbón lo podamos secuestrar de la atmósfera e incorporar al planeta a través de los bosques", señala Cámara. Y es que los bosques "son el mayor sumidero de carbono que existe y donde se están concentrando las políticas para mitigar el efecto invernadero". A la hora de elaborar el proyecto, se pensó en cómo podría revertir en el desarrollo de las comarcas mineras. Para ello se buscará "diseñar sistemas que permitan a los propietarios forestales ver qué oportunidades tienen para la gestión forestal y de pastos, y que además ganen dinero convirtiendo sus terrenos en sumideros de carbono entrando en el mercado de emisiones de dióxido de carbono".

Para lograr este objetivo, se quiere generar una página de internet en la que el propietario pueda localizar su parcela y, en función de sus características, obtener una serie de recomendaciones de gestión para que disponga del modelo óptimo de sumidero de carbono. Si sigue ese proceso, podría inscribirse en el registro de carbono y comenzar a vender derechos de emisiones que podrán comprar las empresas para reducir su huella de carbono.

Investigación

Pero antes habrá que realizar una laboriosa investigación que comenzará en las 4.000 hectáreas de Hunosa. Primero se realizará un inventario exhaustivo de sus recursos naturales. Más tarde se delimitarán parcelas experimentales para probar sistemas de gestión de bosques y pastos con la intención de mejorarlos. "Los terrenos de Hunosa son un reflejo de lo que hay en las comarcas mineras, así que en las conclusiones veremos cuáles son los sistemas que más optimizan la captura de dióxido de carbono, se modelizarán y extrapolarán al ámbito de las comarcas mineras", explicó Asun Cámara.

Pero en el proyecto también se tendrán en cuenta otros conceptos como la transformación de la térmica de La Pereda en una central de biomasa "que va a requerir consumo de madera y generará una demanda, evitando que se consuman otros recursos fósiles". La gestión de los terrenos permitirá alimentar la central y sus cenizas también serán utilizadas para probarlas como abono. Además, se abordará el problema del minifundismo y la agrupación de propiedades. Junto a la Universidad de Oviedo y Hunosa, también participan en el proyecto Biesca Ingeniería, la cooperativa Agresta, PEFC España, la Universidad de Santiago y el Principado.

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