La primera lección es preguntar a quien sabe. No se puede salir al monte a coger setas sin conocimientos y aún así es fundamental preguntar a un experto. En ello va la vida, literalmente. Una pequeña confusión puede acabar en tragedia, en un envenenamiento mortal. Por eso los miembros de la Asociación Valle del Nalón ofrecen su conocimiento y experiencia a todo aquel que esté interesado en el mundo de las setas. Este fin de semana lo hacen en una carpa instalada en el parque Dolores Fernández Duro, el conocido como parque viejo de La Felguera. Son las XXI Jornadas Micológicas Valle del Nalón y en la exposición se muestran un total de 304 ejemplares que han sido recolectados en Asturias y León (principalmente) desde el pasado martes. “Hemos hecho viajes hasta de 300 kilómetros”, explica el presidente de la Asociación, Félix García.

El resultado de esos viajes, de ese esfuerzo, es una enorme variedad de setas y hongos. Las hay hermosas, las hay deliciosas, las hay sabrosas, venenosas y hasta alucinógenas. Tal variedad sorprendió este sábado a Blanca González Cristobal. Esta langreana reconocía que era su primera aproximación al mundo de las setas, “aunque siempre había tenido curiosidad”. Le sorprendió “la diversidad” de la exposición y especialmente “la estructura” de las setas. 

Félix García es un apasionado y un erudito en esto de las setas. Es capaz de describir las bondades culinarias de una pieza determinada pero también de explicar al profano en la materia la estructura celular de una seta determinada, algo que se puede comprobar ya en el campo rompiendo el tallo, “rompe como una tiza”, explica. Claro, hay que saber que las células tienen una forma determinada para saber que esa forma de quebrarse es una característica de una especie determinada.

La "seta de la risa" D. O.

Otro ejemplo, la Gimnopilus spectabilus. Una seta de un color dorado que crece en los tocones de los árboles. Es “la seta de la risa”, explica García. Es alucinógena “pero solo un poco”. En los países asiáticos se utiliza mucho. “No tiene gran valor culinario pero tiene la propiedad de producir risa. Eso sí, la más extraña es la Gonoderma Lucidum, “la pipa”, “una seta muy utilizada en medicación, en tratamientos contra el cáncer”. García, que está jubilado como técnico de rayos del hospital Valle del Nalón no se anda con bromas. Sabe que algunas setas tiene propiedades medicinales y como tal, la automedicación nunca es una buena opción. “En hospitales de algunos países hay laboratorios en los que se trabaja con setas al mismo nivel de otros en los que se trabaja con química”.

Amanita muscaria D. O.

Siempre el conocimiento, por encima de todo, la ciencia. Sino puede ocurrir que alguien consuma una pequeña porción de Amanita phalloides, la seta más mortífera para los humanos y que también está presente en la exposición de La Felguera. En Langreo, por desgracia, saben lo que ocurre cuando se come esta seta, aún se recuerda la muerte de una niña del concejo. Junto a esta “asesina” de la naturaleza está su compañera, la Amanita muscaria, el icono de las setas, el paradigma estético. Esa seta de sombrero rojo con pintas blancas que recuerda a los gnomos. También es venenosa. 

En la muestra hay de todos, desde setas enormes pero poco sabrosas que crecen en los prados, esas enormes bolas blancas que se pueden encontrar en cualquier campo asturiano, hasta pequeñas muestras de setas de madera que parecen medudas. 

Es, en definitiva un espectáculo de la naturaleza otoñal que por desgracia este año se está perdiendo en Asturias. La falta de lluvia, el viento sur que dejó secos los bosques, hace que los aficionados a la micología del Principado tengan que trasladarse a cientos de kilómetros para encontrar lo que desean.