Las Cuencas se rinden al hechizo de los Reyes

Melchor, Gaspar y Baltasar recorrieron una treintena de localidades, congregando a multitudes en Mieres y Langreo

D. O. / D. M.

Los Reyes Magos de Oriente desplegaron ayer en las Cuencas toda su magia. Para empezar, lograron participar cumplidoramente en el sinfín de cabalgatas a las que estaban invitados. El recuento alcanzó la treintena de citas, desde Rioseco a Nembra, pasando por Turón y Laviana. Melchor, Gaspar y Baltasar llegaron cargados de regalos y utilizaron todo tipo de vehículos a su alcance; desde quads, hasta caballos, carros o tractores. También trajeron un clima propio del desierto. A media tarde, el sol hizo subir los termómetros hasta los 17 grados en los valles mineros. Con la caída de la noche, el frío normalizó la gran cita anual con la ilusión y el nerviosismo. 

En Mieres los Reyes Magos estuvieron escoltados por algo más de 400 figurantes. «Es muy divertido pasear en carroza por todo el centro de Mieres tirando caramelos a tus amigos», explicó el pequeño Adrián Llaneza, uno de los numerosos escolares del concejo que ayer fueron invitados por los Reyes Magos para asistirlos en la colorida comitiva. La alta participación otorgó hechuras de ejercito a un séquito que escoltó con entusiasmo a las siete resplandecientes carrozas que dieron forma a la majestuosa columna. Al frente, una banda femenina de tambores, seguida por el Príncipe Aliatar, que encabezó un desfile tan luminoso como musical.

«Desde hace unos años la cabalgata de Mieres es inmejorable y mi hija, que tiene 10 años, solo ha dejado de participar en la edición que se suspendió por el covid», señaló Raquel Menéndez. Para ser más concretos, esta mierense se queda corta. Y es que han pasado ya casi dos décadas desde los Reyes Magos trasladaron al Ayuntamiento de Mieres una queja por el poco entusiasmo que mostraba la ciudad a la hora de agasajarlos. Melchor, Gaspar y Baltasar habían sido aupados con desapego a una vieja carroza, casi sin iluminar, y paseados prácticamente sin comitiva por las calles, casi vacías. El Consistorio pidió ayuda a la por entonces emergente asociación cultural Santa Bárbara para que asumiera la encomienda protocolaria de organizar la Cabalgata local. Desde entonces, la cita no ha dejado de crecer y crecer hasta convertirse en una cita de nuevo irrenunciable para grandes y mayores. Y es que varios miles de personas siguieron ayer la Cabalgata abarrotando las calles de la ciudad. 

Cabalgata en Moreda

Cabalgata en Moreda / L. Camporro

Sus Majestades no se cansaron de saludar a mierenses y visitantes desde sus elevados tronos. Pasearon, siempre arropados por una multitud, por las calles Llanes, Alejandro Casona, Rosalía de Castro, Ramón Pérez de Ayala, Manuel Llaneza, Teodoro Cuesta, Carreño Miranda y Numa Gilhou. Ya bajo el árbol navideño de los Jardines del Ayuntamiento, atendieron personalmente los «encargos» de un buen número de niños. «Yo este año he pedido un juego online para que no vengan cargando con paquetes», explicó muy serio Eduardo Menéndez, sin plantearse bajo ningún concepto la posibilidad de quedarse sin el «ligero» regalo. 

Durante el desfile se repartieron más de media tonelada de caramelos. Los más pequeños disfrutaron con las presencia de numerosos caballos y de un nutrido rebaño de ovejas, que acompañarán a los Reyes Magos. «Es un esfuerzo que merece la pena», destacan los integrantes de la asociación Santa Bárbara, los verdaderos salvaguardas de los Reyes magos en Mieres. 

Langreo

«No hay mayor satisfacción que conseguir hacer feliz a otra persona. Puede ser con un regalo, pero también con un gesto, una sonrisa o un abrazo. Esa es la gran lección que hemos aprendido a través de nuestro viaje por todo el planeta y la razón por la que cada año anhelamos llegar hasta Langreo y trasmitiros nuestro mensaje de Paz». Con estas palabras, el Rey Melchor, recordó ayer desde el balcón del Ayuntamiento de Langreo, en Sama, que una sonrisa también puede hacer feliz, al igual que un regalo. Pero como lo que los niños que se agolpaban en la plaza lo que esperaban eran regalos les recomendó «ir pronto para la cama, y madrugad mucho, disfrutad de los regalos sed felices».

La cabalgata en quad de Rioseco

La cabalgata en quad de Rioseco

Melchor, Gaspar y Baltasar pasaron ayer la tarde en Langreo. Estuvieron durante casi tres horas recorriendo los distintos distritos con su cabalgata, formada por un séquito de 300 personas, entre las que había hasta un tamoritero con madreñas vestido de Spiderman. 

La comitiva partió de Ciaño a las seis de la tarde. Los Reyes y su séquito siguieron a la estrella de Belén, que en este caso viajaba sobre un Renault 4L. Tras la estrella, una carroza representaba el pesebre. Allí se dirigían los tres magos cargados de oro, incienso, mirra y muchos regalos para los niños langreanos. Ya en Ciaño, pocos minutos después de iniciar el recorrido, niños y mayores pedían caramelos. La tradición de lanzar dulces desde las carrozas, perdida en algunas ciudades, se mantiene en la cuenca del Nalón. Una mujer advertía, «no los dejéis todos para La Felguera». En Ciaño el público se arremolinaba en las aceras, entre ellos el diputado regional de Podemos, Rafa Palacios. Pero la locura llegó en Sama. La banda de música hizo entrada en la localidad tocando villancicos y ahí, desde la acera estaba muy atento a cada compás el músico Aarón Zapico.

Melchor saluda desde el ayuntamiento de Langreo, en Sama.

Melchor saluda desde el ayuntamiento de Langreo, en Sama. / D. O.

Móviles en mano, niños en hombros y muchas sonrisas, aunque también algún llanto de los más pequeños. Mientras, en la plaza del Ayuntamiento, un pinchadiscos animaba a los centenares de asistentes desde un camión escenario. Los primeros coches llegaron hacia las siete de la tarde, los chavales los llenaron de spray, otra costumbre de las cabalgatas. Poco después los tres Reyes Magos entraban en el Ayuntamiento para saludar desde el balcón y brindar con la alcadesa, Carmen Arbesú. El recorrido continuó hacia La Felguera, donde el público llenó las calles para ver pasar la comitiva.