Más de 3.400 usuarios estrenan la esperada campaña de esquí en Asturias: "Había muchísimas ganas de nieve"

Pajares y Fuentes de Invierno inauguran la temporada con gran afluencia | La nueva telecabina de Valgrande "es otro nivel", recorta de 20 a 5 minutos el viaje a la parte alta

Andrés Velasco

Andrés Velasco

Los puertos de Pajares y San Isidro parecían a primera hora de la mañana de este domingo la entrada de una gran ciudad en hora punta. Tras dos días de espera, a la tercera fue la vencida, y los esquiadores, contados por cientos, ya pudieron inaugurar una campaña que se ha hecho de rogar, pero que finalmente ha visto la luz. Con algunas colas, pero con una gran jornada de sol y nieve, Asturias ya tiene sus dos estaciones en marcha.

En Valgrande-Pajares, la gran novedad era la telecabina, un remonte que ha costado casi 10 millones de euros y que estaba a pleno rendimiento. Sus más de cuarenta cabinas subían a los esquiadores en poco más de cinco minutos entre la parte baja y la zona alta de la estación. Antes eran veinte. Y aunque al principio hubo que hacer colas de algo más de media hora, lo cierto es que el sabor de boca de los usuarios era bueno. "Esto es otro mundo, otro nivel", afirmaban una vez que desembarcaban en la parte más alta del complejo, donde les esperaba una nieve "un poco dura", un sol cegador, y un ambiente de compañerismo y ganas de esquiar. Tanto a los veteranos como a los noveles, porque había muchos niños y cursillistas que aprovechaban el inicio de temporada para dar sus primeros pasos en el apasionante mundo de la nieve.

Primer día de apertura en la estación de esquí de Valgrande-Pajares

Miki López

Ramón González de Lena es monitor de la escuela de esquí de Pajares, donde lleva esquiando toda la vida. "La telecabina es preciosa, ahorramos muchísimo tiempo y no pasamos frío", explicaba durante el viaje hasta la cima de la estación. Aunque había algunas colas, explicaba "es normal, porque durante las primeras horas los remontes de arriba estaban cerrados mientras los acondicionaban, pero se normalizará pronto y todo irá mucho más fluido". Desde Madrid, en la misma cabina, viajaba también Blanca Soto. Era la segunda vez que esta joven, de familia asturiana, pisaba Pajares, y la diferencia entre ambas ocasiones, apunta, es "brutal". "En tiempo, en condiciones, esto es una pasada", apuntaba la joven. En frente de esta esquiadora viajaba Diego Linares, coruñés, que indicaba que "compramos un apartamento aquí el año pasado, y la verdad es que estamos encantados, es una maravilla el cambio".

Y aunque la telecabina obligue a tener que quitarse los esquís y las tablas para dejarlas fuera del propio "huevo", todos coinciden en que merece la pena. "Puede ser un poco más incómodo, pero está claro que es algo que pasa en todo el mundo y que la diferencia en la calidad del transporte es tremendo, nada que ver con los más de 20 minutos que se tardaba antes en subir".

En las pistas de Pajares había muchos esquiadores asturianos, pero también la presencia de deportistas de fuera de la región era notable. Caso también de Enrique García Carballo y sus amigos. "La telecabina es otro rollo, las colas es lo de menos, y yo que había venido muchas veces, esto es un mundo diferente", apuntaba mientras se quitaba los esquís para parar en la cafetería a tomar un café para entrar en calor después de haber dado ya las primeras bajadas sobre una nieve que veían "un poco dura". Y es que la temperatura en la estación lenense era de un par de grados bajo cero, que se notaban aunque el sol pegase con fuerza.

Esquiadores en la parte media de Fuentes de Invierno. | A. V.

Esquiadores en la parte media de Fuentes de Invierno. | A. V.

De La Robla, en León, venía Jesús Garrido con su familia: "Es un lujo tener la telecabina, porque ahora tanto la subida como la bajada se disfruta mucho". Este leonés, que venía junto a sus hijos Gala y Gonzalo y su esposa Sandra Goncalve, fue de los primeros en llegar. "Madrugamos para estar aquí a las nueve de la mañana, no queríamos perdernos nada y estábamos deseando venir porque estábamos esperando ya la nieve desde diciembre y hasta hoy no pudo ser".

El ambiente en la estación era inmejorable. Aunque bajo las gafas y las bragas de cuello se intuían las sonrisas y la alegría de los esquiadores, la realidad se contrastaba una vez que se desequipaban. Y sí, había sonrisas y ganas de seguir disfrutando de la nieve. "Ahora en Pajares está la mejor zona de debutantes del Norte", apuntaban algunos de los veteranos de la estación. Y es que la recolocación de la silla cuatriplaza del Brañillín como remonte auxiliar para llevar a los esquiadores de la zona media a la alta le ha dado a la estación lenense "otra dimensión". De hecho, muchos niños estaban disfrutando de su primera experiencia en este deporte en el complejo lenense.

Los trabajadores estaban también a toda máquina. Y es que hasta el propio director, Javier Martínez Iglesias, se remangó para echar un cable en la organización y asistencia a los esquiadores en la salida de la nueva telecabina. "Estamos muy satisfechos y contentos, teníamos muchas ganas de tener aquí a la gente y que pueda disfrutar de esta maravilla de remonte, que nos sitúa en otra división", explicaba el responsable de Pajares.

Fuentes de Invierno

Si en Lena el estreno fue bueno, en Fuentes de Invierno no lo fue menos. También cientos de esquiadores eligieron el complejo allerano para arrancar el curso invernal. "La verdad es que hay mucha gente, y tenemos un día de sol, frío y nieve polvo perfecto para la práctica del esquí", comentaba Armando Valdés, director de la escuela de esquí.

Una escuela por la que solo en la jornada dominical pasaron casi 400 chavales, entre el grupo de Semana Blanca de un centro educativo de Llanes que estrenaba el programa, y el resto de personas que se habían apuntado a los cursillos. "Era muy importante arrancar, y ahora que vaya todo rodado para seguir teniendo mucha actividad".

Aunque estaba previsto que solo abrieran cuatro de los cinco remontes, el trabajo realizado por el equipo que dirige Jorge Fernández Fierro permitió que a lo largo de la jornada se abrieran la totalidad de los mismos, para dar acceso a más de siete kilómetros esquiables.

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