Voces solidarias en Mieres: el festival de la canción misionera reúne a doscientos escolares asturianos

La iglesia del Convento acogió un evento para ayudar a niños de Ciudad de México que, en algunos casos, se ven obligados a dormir en las alcantarillas

Más de doscientos niños de toda Asturias han participado en el festival de la canción misionera, que este año se ha celebrado en la iglesia de los Padres Pasionistas de Mieres. El Convento, como es conocido popularmente el templo, se llenó de cánticos y de un alboroto desacostumbrado en los espacios religiosos. Pero sobre todo se colmó de solidaridad. El objetivo final del encuentro era lograr fondos para un proyecto de atención infantil que la comunidad Pasionista desarrolla en Ciudad de México. 

Isabel Sendino, responsable comarcal de Cáritas, ejerció de maestra de ceremonias. Destacó el trabajo que Adeco México realiza en apoyo escolar a niños vulnerables. “Atienden a medio centenar de pequeños que, en muchos casos, se ven obligados a dormir en la calle, incluso utilizando alcantarillas. Reciben apoyo en el ámbito de los estudios, alimentación y también se realizan una amplia gama de talleres”. 

La comunidad Pasionistas, con tres siglos ya de andadura, ha cumplido 120 de presencia en Mieres. Ese es el motivo por el que, por primera vez, la ciudad ha acogido de festival de la canción misionera. Más de doscientos escolares disfrutaron de la música y, sobre todo, de una jornada de convivencia: “Lo mejor es poder hacer amigos”, explicaba Pablo Fernández. “Nos encanta poder estar todos juntos y lo pasamos muy bien”, recalcaban por su parte Lola García y Lilia del Río. Daniel Sendino y Miguel Alonso reconocían que los ensayos previos a la cita fueron divertidos: “A mí lo que más me gusta es preparar la voz para las notas agudas”, subrayaba muy serio el pequeño Alonso. Todos ellos representaron a la parroquia local en el certamen.

Doce grupos

Hasta doce grupos participaron en el encuentro. A la cita acudieron, junto a los anfitriones, la parroquia de Piedras Blancas, el colegio San Nicolás de Bari (Gijón), los Salesianos de Avilés, la parroquia de San Martín de Turón, el Buen Consejo (Avilés), San Pedro de Gijón, San Agustín de Avilés, las Dominicas, Noreña, el Patronato y Santo Tomás de Avilés. A lo largo de la mañana los coros fueron cantando temas compuestos espacialmente para la ocasión. Antes actuó la Banda de Música de Mieres (Amam), dirigida por Jesús Alberto Alonso Pacheco .  

Los Pasionistas son una orden mendicante formada por sacerdotes y legos que, en su tiempo, se encargaban de recoger limosnas, la mayoría en especie, por las casas y pueblos próximos. Tras el Concilio Vaticano II se hicieron cargo de la parroquia mierense de Nuestra Señora del Carmen. La actual iglesia de los Padres Pasionistas es relativamente moderna pese a formar parte del paisaje más representativo de la ciudad. Fue construida a finales de la década de los cincuenta tras el derribo del convento antiguo, levantado en 1911. Este desaparecido edificio se utilizó como cárcel durante la Revolución del 34 y la Guerra Civil. En este último caso, primero por las tropas republicanas y más tarde por el ejército sublevado. Superada la posguerra, el crecimiento poblacional de Mieres al calor de la siderurgia y de la minería provocó que el viejo convento se quedara pequeño. 

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