El hórreo del futuro se imagina en el parque de Redes: naturaleza e inteligencia artificial para renovar el "tótem" de la arquitectura asturiana

El Laboratorio Biomimético de Ladines (Sobrescobio) trabaja con nuevas tecnologías y con maquinaria digital para ofrecer nuevos diseños y poder construirlos

Luisma Díaz

La revolución tecnológica llega a la construcción más tradicional de la cultura asturiana, el hórreo. En el Laboratorio Biomimético de Ladines (Sobrescobio, parque natural de Redes) se está investigando cómo ofrecer nuevos diseños y estructuras a "una arquitectura tan arraigada". No es solo una cuestión teórica o estética, con diseños inspirados en la naturaleza y trabajados gracias a la inteligencia artificial. También se quiere dar un segundo paso, construir estos hórreos "del futuro", gracias a las novedosas herramientas y a las nuevas tecnologías, "que nos ofrecen una nueva forma de hacer las cosas".

A la izquierda, uno de los diseños. A la derecha  Manuel Persa y Marlén López. | Laboratorio Biomimético / L. M. D.

A la izquierda, uno de los diseños. A la derecha Manuel Persa y Marlén López. | Laboratorio Biomimético / L. M. D. / Luisma Díaz

Por partes. Manuel Persa, diseñador y Marlén López, arquitecta, trabajan en el contenido de tres talleres especializados que ofrecerán este verano a profesionales del diseño, la ingeniería, la arquitectura o la construcción. En uno de ellos contarán con la colaboración del estudio Arquimaña de San Sebastián, y se centrarán en el diseño y construcción de estructuras con nuevas tecnologías.

El hórreo del futuro se imagina en Redes

El hórreo del futuro se imagina en Redes / Luisma Díaz

En el proceso de trabajo, se tomó como base el hórreo, el elemento etnográfico por excelencia de Asturias. La pregunta que se hacían era "¿cómo se puede rediseñar una arquitectura tan arraigada, tan vernácula como el hórreo, con las nuevas herramientas de construcción digital y ayudándonos de la inteligencia artificial?".

Mediante una serie de parámetros (que fueran biofílicos, es decir inspirados en la naturaleza; que cumplieran con la función práctica del hórreo, el almacenaje; o que pudiera tener el estilo de algún arquitecto famoso) se trabajó con la inteligencia artificial, "que nos fue ofreciendo una serie de diseños muy curiosos, distintos en función de los parámetros que se iban introduciendo y variando". Algunos de ellos recuerdan a una seta, "pero es que el hórreo, si te fijas, ya tiene cierta forma de hongo", subraya Manuel Persa, "intentábamos ver el hórreo de otra manera".

De la teoría, a la práctica. Las curvas y líneas estilizadas de los bocetos digitales pueden ser complejos de llevar a la realidad. Aquí entra la "maquinaria de fabricación digital", una máquina CNC (control numérico computerizado), un tipo de fresadora a la que se le facilita el diseño previo y va haciendo los cortes, las piezas. Por simplificar, una impresora 3D para grandes piezas de madera, que puede hacer piezas "a la carta". Permiten trabajar con paneles de hasta 2,4 metros de largo, si bien el equipo con el que contarán en Redes manejará hasta 1,6 metros. A "groso modo", un "súper Ikea". Primero se diseña el edificio y sus partes, luego se fabrican para ir montándolas y poder dar forma a la construcción. Esta tecnología "te permite reflejar las formas orgánicas de la naturaleza. Hacer curvas o algún tipo de forma especial por métodos tradicionales es complicado, pero no con esta maquinaria".

Usos

No se pretende "romper" completamente con la tradición, al menos en lo referente al uso de los hórreos. "Queremos es mantener sus funcionalidades de hórreo, aunque quizás se pueda actualizar alguna, pensando en los tiempos que vivimos. Arriba, el tradicional espacio de almacenaje para alimentos, abajo, para meter leña. Pero sería interesante que el espacio superior fuese compatible para la instalación de un estudio, un despacho de trabajo. Y abajo, para que fuese un espacio lúdico, recreativo". Más adelante, con la colaboración que se realizará con Arquimaña se pretende también integrar en el diseño "estructuras tradicionales, como el cebatu" (varas entretejidas, típico de la arquitectura rural asturiana).

Persa y López tienen claro que el mundo del diseño, la arquitectura y la construcción está evolucionando mucho. Lo que están haciendo con el hórreo puede ser extrapolable a otros edificios. "Con estas nuevas herramientas y tecnologías, todo lo que puedas dibujar, lo puedes construir".

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