Emocionante último paso en Campomanes: el Santo Encuentro cerró las procesiones de Semana Santa en las Cuencas

"Para nosotros es un día tan importante como Navidad", destacan los fieles en la concurrida procesión lenense del Santo Encuentro

D. M.

En Campomanes, el Domingo de Pascua es un día para no perder el paso. La localidad lenense celebra el que posiblemente sea el rito de Semana Santa con más tradición de la comarca del Caudal. La singular procesión del Santo Encuentro ha vuelto este año a emocionar a los vecinos. La concurrida comitiva arrancó cerca ya de la una tarde y fue el acto central de las fiestas que se celebraron durante el fin de semana en la localidad lenense. "Para la gente del pueblo este día tiene tanta importancia como el de Navidad", aseguraban al término del evento religioso un grupo de vecinas mientras comparaban las fotos realizadas con sus teléfonos móviles.

Instante de El Encuentro entre el Cristo Resucitado y la Virgen Dolorosa.| D. M.

Instante de El Encuentro entre el Cristo Resucitado y la Virgen Dolorosa.| D. M. / D. M.

Y es que la reunión en medio del pueblo entre la imagen del Cristo Resucitado y la de la Virgen Dolorosa es tan esperada como breve. Una mañana entera se resumen en unos segundos. Los portadores de la Virgen se arrodillan ante el Cristo y destapan la bella talla. A partir de ahí, ambas representaciones regresan juntas al templo: "Cuando lo has vivido desde niña y ahora ves a tus nietas aquí, haciendo lo mismo, la emoción que te embriaga es muy grande", apunta una de las citadas vecinas.

El párroco, Antonio (Toño) López, es desde hace décadas parte de la iconografía del encuentro. El religioso reivindicó el espíritu religioso de la celebración: "La Pascua es la fiesta más hermosa, ya que representa la esperanza, la celebración de la vida", apuntó el cura local. El religioso reclamó a la sociedad "volver a las raíces" siguiendo la estela y consejo de las generaciones mayores: "Debemos alejarnos de una sociedad corrupta y desalmada que camina hacia ninguna parte". No dejó pasar la ocasión de pedir a los feligreses que acompañen siempre "a quienes pasan por momentos difíciles".

Los festejos de Pascua arrancaron en Campomanes el pasado jueves, con el pregón que ofreció la cantante local Mapy Quintana. Las celebraciones incluyeron, en la mañana del domingo, un pasacalles de gaita y tambor a cargo de la banda "Güestia". Pero la gran cita dominical estaba programada para el mediodía, con la celebración de la esperada misa. En las calles palpitaba un ambiente de agitación. Todos esperaban el inicio de una secuencia bien conocida que conecta los dos templos locales.

De la iglesia de Nuestra Señora de las Nieves, a la orilla de la carretera que se proyecta a través del valle del Huerna, sale la figura del Cristo resucitado. La portaban varios feligreses con paso firme. Al frente de la procesión, la alcaldesa del municipio, Genma Álvarez, alumbrando el camino simbólicamente con un pequeño farol. La imagen de la Virgen Dolorosa reposa en la capilla de El Santo Cristo (en el centro del pueblo). Poco después de comenzar el paso, los feligreses la llevaban a hombros por la calle: "Todo está muy medido para que salga perfecto", explicaba un vecino justo al inicio del acto. Durante unos minutos, el tráfico desapareció de las calles de Campomanes, con el pueblo solo pendiente del lento avance de las figuras religiosas.

Encuentro

El cruce de Campomanes es el punto en el que las dos imágenes se encuentran. El momento que más emociona al público. Un feligrés cambió el manto de la Virgen: del negro de la Dolorosa al blanco de la Virgen Inmaculada. Ya había visto al Cristo resucitado.

La celebración, definida por lo secular, se prolongó durante toda la tarde, con actuaciones musicales. Campomanes aún deberá festejar el lunes, con el reparto del "bollu".

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