El absurdo burocrático del transporte escolar: Tuilla desmiente metro en mano a Educación, "esta no es forma de apoyar a los pueblos"

Los vecinos demuestran con una rueda de medición portátil que dos escolares de 4 y 6 años que se quedan sin transporte viven a más de 1.500 metros del colegio, y que por lo tanto deberían tenerlo

Los escolares y otros participantes en la marcha, con el alcalde de Langreo, segundo por la izquierda. En el recuadro, el medidor marcando 1.694 metros.

Los escolares y otros participantes en la marcha, con el alcalde de Langreo, segundo por la izquierda. En el recuadro, el medidor marcando 1.694 metros. / Luisma Díaz

Luisma Díaz

Demostrar que los dos niños de La Mudrera (Langreo) que se han quedado sin transporte escolar viven a más de 1.500 metros de su colegio, el Regino Menéndez Antuña, de Tuilla. Este fue el objetivo de una marcha organizada por las familias del centro, que contó con el apoyo de la Corporación municipal, incluido el alcalde, Roberto García, que participó en la protesta. Utilizando una rueda de medición portátil propiedad del Ayuntamiento, los asistentes demostraron que los dos pequeños, de 4 y 6 años, viven exactamente a 1.694 metros de la escuela, "por más que en el ordenador de la Consejería de Educación los quieren hacer saltar por el monte y por fuertes desniveles, para decir que están a menos de 1.500 metros", lo que justificaría su exclusión del sistema de transporte.

Los participantes en la protesta, parados en el paso a nivel de Tuilla.

Los participantes en la protesta, parados en el paso a nivel de Tuilla. / Luisma Díaz

El conflicto con el Principado por el bus escolar en los pueblos de Tuilla ha llegado, tal y como indicó Ismael Antuña, portavoz de las familias, "a extremos totalmente surrealistas". Tras una primera fase de la problemática en la que se quería dejar sin transporte a los niños que tenían derecho a él a causa de una cuestión burocrática –en el nomenclátor salía que sus pueblos, La Mudrera, La Mudrerina, La Braña’l Río y La Braña pertenecían a Tuilla, y que no tenían entidad propia, pese a estar en algunos casos a varios kilómetros–, ahora son dos pequeños los que se quedarían fuera por vivir, en teoría, a menos de 1.500 metros del colegio. "Algo que hoy hemos demostrado que no es verdad", según la medición realizada durante la marcha, "que hemos hecho por la zona por donde se puede venir andando, no saltando praos".

Tuilla desmiente al metro de Educación

Tuilla desmiente al metro de Educación / Luisma Díaz

La cuestión se torna en surrealista cuando el transporte preparado para el resto de escolares pararía a escasos metros de la vivienda de estos dos niños, que viven casi juntos en La Mudrera. "El taxi pasaría a 50 metros de su casa. y hay otros niños que viven a poca distancia a los que sí se les ha reconocido el derecho". Bendita burocracia que todo lo retuerce, hasta el camino que deben hacer dos niños de 4 y 6 años para llegar al colegio. En caso de quedarse sin transporte, y de obligarlos a ir andando, deberían caminar varios cientos de metros por una carretera sin aceras y sin apenas iluminación, además de entrar en el casco urbano de Tuilla y tener que atravesar el paso a nivel de la localidad (línea de Feve Laviana-Gijón). "Esta es la forma", subrayan las familias, "con la que se ayuda a la conciliación y vivir en los pueblos. Poner trabas a todo, incluso a lo que se tiene derecho".

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