"Si algún día se me acaban las canciones o no gustan me dedicaré a otra cosa"

"Amo profundamente a Rodrigo Cuevas, se merece todo lo que le pase; hacía tiempo que no nacía un artista tan rompedor cuidando la raíz"

Rozalén en una imagen promocional. | Juanjo Molina

Rozalén en una imagen promocional. | Juanjo Molina / David Orihuela

David Orihuela

David Orihuela

María de los Ángeles Rozalén Ortuño, estará este domingo en Mieres (Auditorio Teodoro Cuesta, 19.30 horas) para poner el cierre al festival "Fiasco". Y será así, con nombre compuesto y dos apellidos, porque no se trata de un concierto de Rozalén, aunque también habrá música, sino de una charla, de un vis a vis con Laura Casielles. Estará también Beatriz Romero, (la chica que interpreta en lenguaje de signos las canciones de Rozalén). Una idea de por dónde pueden ir las cosas. María de los Ángeles regresó este lunes de su segunda visita a los campamentos de refugiados saharauis en territorio argelino, allí se enteró de la guerra entre Hamás e Israel. Por otro lado, Rozalén está a punto de sacar disco, que aunque parezca raro, incluye alguna canción de amor.

–Vuelve a Asturias.

–Sí, y encantada. Carlos Barral, el manager de Rodrigo Cuevas, me habló de estos encuentros y me apunté de inmediato. Asturias, con Rodrigo, es casa. La pena es que no podré estar mucho tiempo, llego el domingo a medio día y me voy el lunes por la mañana.

–Hablando de Rodrigo Cuevas, acaba de ser galardonado con el Premio Nacional de Músicas Actuales que a usted le concedieron en 2021.

–No puedo estar más contenta. Ya le mandé un mensajico. Rodri se está mereciendo lo que le pasa, nos va dando muchas alegrías. Hacía tiempo que no nacía un artista con todas sus características, tan rompedor, cuidando la raíz, con tanta verdad, es algo difícil de ver. Tiene un talento descomunal. Lo amo profundamente, no soy objetiva pero su talento sí es un hecho objetivo. Cuando me dieron el premio hace dos años, me preguntaron a quién se lo daría yo y respondí que a Rodrigo y a Silvia Pérez Cruz. Acerté, a ella se lo dieron en 2022 y a Rodri esta semana. También está el debate de la edad. Siempre le habían dado este premio a artistas con mucha trayectoria, yo sigo siendo la más joven en recibirlo.

–Los dos participan en su disco "Matriz", en la que usted canta en catalán, en gallego, en asturiano... y sin necesidad de pinganillos.

–Es curioso, de las cosas de las que más se ha hablado de este disco es de eso, de las lenguas cooficiales. Me ha hecho mucha ilusión el paso que se ha dado en el Congreso para poder utilizar esas lenguas. Ha sido seguido al disco. Con este trabajo he sentido y vivido lo que es cantar en otra lengua y lo que significa para la gente de cada lugar. He notado lo bonito que es hacer ese esfuerzo. A mí me ha hecho crecer pero también es honrar a los nuestros, a los antepasados, es un acercamiento a lo diverso. Es muy enriquecedor decirle al otro que me importa lo suyo y quiero aprenderlo.

–Volviendo a Mieres, lo suyo de este domingo no es un concierto al uso.

–No, vamos a hablar, a hacer una charla, aunque, claro, me llevaré la guitarra y se viene Bea conmigo. Desde que me lo dijo Carlos Barral me gustó mucho la idea, por lo de compartir y charlar. Me encantan este tipo de encuentros con la gente, en los que puedes hablar con el público. Ese contacto directo con la gente no lo puedes tener en los conciertos, se pierde, y a mi me encanta poder hacerlo.

–¿De qué irá la charla?

–Pues no lo sé, pero no son buenos tiempos. Llegué en lunes de los campamentos de refugiados saharauis. Había estado en 2019 pero ahora es distinto, ahora están en guerra y el ambiente es distinto. Además, cuando estaba allí nos enteramos de la guerra entre Hamás e Israel y recibir la noticia en los campamentos me afectó mucho, me afecto, de otra manera, estoy jodida, la verdad.

–¿Cuénteme algo bonito, en qué está trabajando?

–Estoy terminando mi próximo disco. En "Matriz", que fue el último, había cosas de mi autoría, pero pocas. Desde 2020 no publico canciones propias, así que tengo muchas ganas de que la gente escuche lo que está naciendo.

– ¿Qué caminos ha tomado para este nuevo disco?

–En las nuevas canciones cuento lo que he vivido estos años. Ha habido mucho duelo pero también mucho amor. La gente se va a sorprender, en el disco hay canciones de amor, algo a lo que no estoy acostumbrada y que no suelo hacer. Estoy muy contenta, los ritmos son una locura.

–Una locura ha sido su carrera hasta ahora, tres discos de platino, un Goya, otros muchos premios... ¿Alguna vez lo había pensado?

–Para nada, yo iba para psicóloga, yo iba a ser otra cosa. Eso sí, lo que tenía muy claro es que me veía cantando para mí y para los míos, porque me hace feliz.

–¿Y ahora?

–Ahora deseo que esto sea mi trabajo para siempre, que nunca me falte la inspiración para hacer canciones ni alguien que quiera escucharlas. Eso sí, si eso no ocurre, si algún día se me acaban las canciones o no le gustan a la gente, me dedicaría a otra cosa, a lo que sea, no se me caen los anillos. En realidad, yo lo único que quiero es ser feliz. Lo único que compensa en la vida son los raticos felices.

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