Un cementerio "no es una zapatería": así fue el intrincado proceso que privatizó el camposanto de El Entrego

La compra del espacio se produjo hace tres décadas y ahora los vecinos esperan que el Ayuntamiento cumpla con las responsabilidades que no asumió en 1993

El cementerio de El Entrego.

El cementerio de El Entrego.

David Orihuela

David Orihuela

Dicen los que saben que es una anomalía, que un cementerio no se puede cerrar por jubilación, "que esto no es una zapatería". Pero es lo que ocurre en El Entrego. El cementerio de San Andrés es privado, propiedad de "La Solana Asturiana S.A.", y su dueño dice que se jubila y que deja el negocio. El Ayuntamiento de San Martín del Rey Aurelio se encuentra ahora con un problema que la misma administración colaboró a crear hace 30 años. El cementerio siempre fue propiedad de la Iglesia, pero en 1993 el Arzobispado decidió venderlo, necesitaban fondos y vendieron los terrenos y la concesión de explotación del cementerio. Se firmaron tres escrituras, cada una de una parcela y "La Solana Asturiana S. A." pagó algo más de diez millones de pesetas.

Como los ayuntamientos están obligados a garantizar el servicio de cementerios, el de San Martín supervisó el proceso y dio el visto bueno. El Consistorio no quería hacerse cargo del camposanto y vio con buenos ojos que lo hiciese una empresa privada. También el Ayuntamiento había facilitado meses antes que la Iglesia registrase como suyos –aquello de las inmatriculaciones– los tres terrenos que iba a vender. "Lo que debería haber hecho el Ayuntamiento en aquel momento es hacerse con el cementerio y sacar a concurso su gestión", apuntan desde la asociación de vecinos "La Unión", de El Entrego. No fue así, el gobierno local, del PSOE desde la llegada de la Democracia, permitió y aprobó la privatización de los servicios funerarios y desde entonces todo han sido problemas, hasta el punto de que en 2007 el Consistorio tuvo que pagar a la empresa 105.903 euros tras una denuncia contra el Ayuntamiento de San Martín por no hacerse responsable de reclamar el impago de los nichos a los vecinos endeudados.

Malestar ante Gabino Díaz Merchán

Desde el primer momento los vecinos estuvieron en contra de la privatización del cementerio, que además supuso un incremento en el coste de los servicios. El malestar fue tal que en abril de 1998 llegaron a rodear al entonces arzobispo de Oviedo, Gabino Díaz Merchán, durante una visita pastoral a El Entrego. Los vecinos llevaban tiempo reclamando una reunión con Díaz Merchán "y la persona responsable de la operación de venta del cementerio", como explicaron en una carta remitida al Arzobispado. No se les concedió audiencia y aprovecharon la visita del prelado para pedirle que la Iglesia volviese a gestionar el cementerio de San Andrés. "La Iglesia ya le ha sugerido la solución al Ayuntamiento y no puede hacer más", respondió aquella tarde Díaz Merchán a los vecinos, dejando entrever que también abogaba por una gestión municipal.

El estado del cementerio también ha sido otro caballo de batalla a lo largo del tiempo y el problema ha llegado a la actualidad. "Ya en 1995 había expediente de ruina del parque de baterías de nichos", apunta Rubén Andrés, abogado de la asociación de vecinos "La Unión". Eso justificaría que en febrero de ese año la empresa pasase al cobro de los vecinos, los que tenían nicho en propiedad o en alquiler, un recibo de 2.320 pesetas. La empresa explicó que era como una suerte de "comunidad" correspondiente a 1994 por las reparaciones y las obras de mejora que se habían realizado en el cementerio. Los vecinos pusieron el grito en el cielo.

Ahora la pelota está de nuevo en el tejado del Ayuntamiento. Está obligado por ley a garantizar el servicio de cementerio, los enterramientos. El alcalde, José Ramón Martín Ardines, dice que lo harán. También se asegura que quienes tengan nicho en propiedad en San Andrés podrán enterrar a sus familiares más allá del 1 de enero, cuando está prevista la jubilación del titular de "La Solana". Pero hay muchas dudas. El Ayuntamiento garantiza el enterramiento, pero ¿en San Andrés o en otro cementerio del municipio? Se podrán enterrar en El Entrego a quienes tengan nicho en propiedad, pero ¿quién ofrece los servicios de enterramiento si "La Solana" se cierra? El consistorio argumenta que no solo "La Solana" es propietaria del cementerio, sino que hay muchos pequeños propietarios, los vecinos que tienen un nicho, pero el derecho funerario atribuye al titular "el uso exclusivo del espacio o unidad de enterramiento asignada, a los fines de inhumación de cadáveres, cenizas y restos, según su clase, durante el tiempo fijado en la concesión". Nunca se considerará atribuida al titular la propiedad del suelo, es decir, a los dueños de nichos o de tumbas.

Un millón, medio millón

El Ayuntamiento se ha puesto de lado durante años y ahora se encuentra con que el problema le ha estallado en las manos. Lo más probable es que solo le quede una opción, comprar el cementerio. La empresa ya ha puesto un precio que algunas fuentes fijan en un millón de euros. El Ayuntamiento ha encargado una tasación que al parecer dice que el precio es de la mitad, 480.000 euros, una cantidad que no satisface al Consistorio porque entiende que las instalaciones están en muy mal estado. Los vecinos quieren una solución, no quieren ver como el 31 de enero se echa el cierre al cementerio: "Esto no es una zapatería".

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