San Martín ya tomó las uvas al sol

Cientos de personas acudieron a la plaza Ramón y Cajal de Sotrondio a la fiesta que dio la bienvenida adelantada al año 2024

Luisma Díaz

Plaza Ramón y Cajal de Sotrondio. Cientos de personas cumplen con la tradición: van comiéndose las uvas –o intentándolo– y finalmente, tras la campanada número doce, el confeti salta por los aires, los matasuegras suenan y hay gritos de alegría y felicitaciones por la llegada de 2024. Pero hay algo que no cuadra. Es de día y el reloj marca las 12.25 de la mañana. Es además 30 de diciembre, falta día y medio para el año nuevo. Pero como si el 2024 ya hubiese llegado, todo son risas y copas de sidra. El motivo, la fiesta de Nochevieja anticipada organizada desde el Ayuntamiento de San Martín del Rey Aurelio, una fiesta "en familia", con especial protagonismo para los niños, y que además sirvió también para iniciar un premio que se espera convertir en una tradición: el de "Campaneru" de San Martín, que reconoce a una figura del municipio que tenga una proyección relevante por su actividad profesional dentro y fuera de Asturias.

Arriba, celebraciones tras las campanadas. Abajo, una familia en el momento de comerse las uvas.

Arriba, celebraciones tras las campanadas. Abajo, una familia en el momento de comerse las uvas. / Luisma Díaz

El encargado de estrenar este cargo de "Campaneru" fue el empresario hostelero Marcos Granda, propietario de varios restaurantes por toda España que suman siete estrellas Michelín. "Es un auténtico honor para mí estar aquí con vosotros", explicó el empresario, que llegó directamente desde el aeropuerto, procedente de Marbella. Al nuevo año anticipado, y también a todo 2024, lo que le pidió fue "salud para todos", un deseo aplaudido por los cientos de personas que estaban en la plaza del ayuntamiento de San Martín.

San Martín ya tomó las uvas al sol

San Martín ya tomó las uvas al sol / Luisma Díaz

Las previsiones iniciales de la organización se quedaron cortas. Había 300 cotillones para ser repartidos entre los asistentes, pero rápidamente se agotaron, y muchas de las personas que acudieron a celebrar la Nochevieja anticipada se llevaron sus propios materiales festivos. Es el caso de Luis González, que llegaba cargado de casa con "alguna cosa", como gorros y antifaces, para celebrar el año nuevo. "Está bien que se plantee una fiesta así, algo familiar y para los vecinos del concejo", añadía. Similar opinión manifestaba María Díaz, que con su familia participaba en el bingo previo a las campanadas. "Está viniendo bastante gente, esto sirve para dar vida al pueblo".

La fiesta comenzó sobre las 11.30 horas y se alargó hasta las 13.30. Hubo. además de los cotillones, música disco, coreografías, juegos, un bingo navideño para los más pequeños, el obligado "photocall" y la presencia del Príncipe Aliatar, con el que posaron decenas de niños y mayores. También hubo, por supuesto, las tradicionales campanadas, que sonaron un poco más tarde de lo previsto –a las 12.25 horas, exactamente– para dar tiempo a llegar a Marcos Granda, cuyo vuelo se había retrasado unos minutos.

El alcalde de San Martín, José Ramón Martín Ardines, se mostraba satisfecho con la respuesta de los vecinos a la propuesta de anticipar la llegada del año nuevo en el concejo. "Simplemente queríamos una fiesta familiar, además de reconocer el trabajo del ‘Campaneru’, en este caso Marcos Granda, un embajador de nuestro concejo por España".

Después de las campanadas, la sidra empezó a correr por la plaza, continuaron las celebraciones, la fiesta, las felicitaciones. Hasta el año que viene.

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