UGT, contra el recorte de la concesión del agua a Langreo: "Será más cara"

El sindicato se suma al frente en defensa del canal de Curuxera y afirma que "saldrá a las calles" si es necesario

La zona donde se capta el agua para el canal de Curuxera, en El Condao (Laviana). | L. M. D.

La zona donde se capta el agua para el canal de Curuxera, en El Condao (Laviana). | L. M. D.

Luisma Díaz

UGT del Nalón salió ayer a la palestra para rechazar el recorte de la concesión de agua del canal de Curuxera que tiene previsto aplicar la Confederación Hidrográfica del Cantábrico, que reduciría el volumen de agua que el Ayuntamiento de Langreo puede tratar y ofrecer. El sindicato tiene claro que la primera pregunta que hay que hacerse es "¿a quién beneficia este recorte? A Cadasa", el Consorcio de Aguas de Asturias. La segunda pregunta "sería la de qué consecuencias podría tener esto entre los vecinos de Langreo". La respuesta que ofrece UGT es esta: "Tener un agua más cara, porque habría que comprársela a Cadasa".

Ángel González es el secretario general de UGT en el valle del Nalón. Ve en la llamada "guerra del agua" un claro error de estrategia política, porque si bien la Confederación Hidrográfica del Cantábrico (CHC) es un organismo independiente, "tiene dirigentes políticos". Y "en el Gobierno central está un partido", el PSOE. "En Asturias, el mismo partido, gobernando en coalición con otro", IU, que a su vez ostenta la Alcaldía de Langreo. "Es difícil de explicar desde el punto de vista político lo que está pasando, es algo surrealista".

Tiene claro que UGT apoyará el frente común impulsado por el Ayuntamiento de Langreo, que respaldan todos los partidos políticos y también CC OO. Las consecuencias del recorte que se quiere aplicar –de 1.000 litros por segundo a 240– serían, llegado el caso, "que los langreanos tendrían un agua más cara. También los vecinos de San Martín, que se abastecen de esta misma agua en buena parte".

"Primero", añadió García, "se fue cerrando la minería, la siderurgia, luego las industrias alternativas, se cerró la térmica sin alternativa. Ahora también se quiere tomar el control sobre los recursos naturales, para hacer negocio. El control del agua no puede ser especulativa, y es la impresión que da".

Subrayó el dirigente de UGT que, además, "entre seguir concediendo 1.000 litros y recortar a 240, al límite de lo que se consume, debería haber otras soluciones". "En caso de que haya que salir a defender el agua de Langreo en las calles, con manifestaciones y protestas, allí estaremos", concluyó García.

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