Aida Fuentes Concheso | Feminista, organizadora de «El tren de la libertad»

"La movilización de ‘El tren de la libertad’ cambió la concepción del feminismo"

"El ministro Ruiz Gallardón tuvo que dimitir y su eforma de la ley del aborto se quedó en el cajón; se abrió un camino para avanzar en derechos"

Aida Fuentes Concheso. | Ángel González

Aida Fuentes Concheso. | Ángel González / David Orihuela

David Orihuela

David Orihuela

El 1 de febrero de 2014 es una fecha histórica para el feminismo español. Una multitudinaria manifestación en Madrid acabó con la intención del gobierno de Mariano Rajoy (PP) de modificar la ley del aborto y restar derechos a las mujeres. El entonces ministro de Justicia, Alberto Ruiz Gallardón, impulsor de la reforma, tuvo que dimitir. El movimiento, que ha pasado a la historia como "El tren de la libertad", nació en Asturias, en un encuentro entre la Tertulia Feminista Les Comadres, de Gijón, y la Asociación de Mujeres por la Igualdad de Barredos, en Laviana. En esa cita estaba la lavianesa Aida Fuentes Concheso, que este viernes participó, junto a la comadre Begoña Piñeiro, en La Casa de la Buelga de Ciaño, en la presentación del libro "El tren de la libertad. Las mujeres decidimos", en un acto organizado por Cauce del Nalón con la colaboración de LA NUEVA ESPAÑA y la Universidad de Oviedo. La histórica militante socialista, que ha estado al frente de mil batallas, aún se emociona cuando recuerda aquel día de febrero de hace una década.

– "El tren de la libertad" hizo historia.

–Surgió todo de una manera muy espontánea. La Asociación de Mujeres por la Igualdad y la Tertulia Feminista Les Comadres nos juntamos una vez al año. El 26 de diciembre de 2013 nos reunimos a comer y empezamos a hablar de que el ministro Gallardón quería modificar la ley del aborto , la "ley Aído", y que en febrero iba a presentar la reforma en el Parlamento. En esa comida de Navidad decidimos que había que hacer algo y hacerlo rápido porque quedaba poco tiempo. De allí salió la idea de organizar una manifestación en Madrid. El propósito era hacer un llamamiento a la sociedad en general y en especial a las mujeres para organizar una manifestación en contra de la eliminación de un derecho, el del aborto, que era lo que estaba planteando el Gobierno del PP.

–Y pensaron ir a Madrid en tren.

–Pensamos que era la fórmula más práctica, ni se nos ocurrió ir andando. Empezamos la gestión y reservamos billetes para 150 mujeres en Asturias . Luego la cosa fue rodando, pero cuando llegó el día estábamos con el corazón abierto. Intuíamos que la gente iba a responder porque habíamos recibido apoyo de muchas comunidades autónomas, de algunos países europeos y de ciudades de todo el mundo. Pero nunca pensamos que nos íbamos a encontrar con tal cantidad de gente, se habló de 100.000 personas. Además de la de Madrid, hubo manifestaciones en otras ciudades y en toda Europa, en París, Roma, Londres, Luxemburgo, Edimburgo. Cuenta con mucha gracia Begoña Piñeiro que cuando la llamaban de la Delegación del Gobierno en Madrid para saber cuánta gente iba a ir a la manifestación ella decía que no tenía ni idea.

–¿El tren se quedó pequeño?

–De hecho, yo no pude ir en él. Por problemas familiares hice el viaje por la noche en bus. Salieron autobuses y coches particulares de todas partes.

–Gallardón tuvo que recular y nunca más se supo de él.

–El movimiento feminista nunca había conseguido un logro tan inmediato. Conseguimos parar una ley. Gallardón tuvo que dimitir y su ley se quedó en el cajón. Ese día cambió la percepción que la sociedad tenía del movimiento feminista.

–¿En qué sentido?

–La sociedad se abrió más a lo que significaba el feminismo. Fue algo muy importante para los derechos de las mujeres. Esa manifestación, hasta entonces la manifestación feminista más numerosa de la historia de España, abrió muchas puertas.

–¿Y si Gallardón no llega a dimitir y Rajoy decide seguir adelante con la reforma de la ley del aborto?

–Seguiríamos luchando. El feminismo nunca mira para atrás y las Mujeres por la Igualdad de Barredos y las Comadres de Gijón somos muy peleonas.

–¿Han cambiado mucho las cosas en el movimiento feminista en estos 10 años?

–Sí. Lo fundamental es que el movimiento feminista abrió un camino para avanzar en derechos, a partir de esa fecha no se retrocedió en derechos. Ahora tenemos muy clara la agenda feminista, en la que está la abolición de la prostitución, los vientres de alquiler o la brecha salarial.

–También ha habido encontronazos en el feminismo.

–Cuando hay desuniones hay más peligro de no conseguir las cosas. Pero las diferencias también nos obligan a discutir, seguir hablando. Las fricciones son normales y también vienen dadas, en algunas ocasiones, por el cambio generacional.

–¿El feminismo tiene relevo generacional?

–En la Asociación de Mujeres por la Igualdad de Barredos estamos muy contentas porque tenemos relevo, se han incorporado mujeres jóvenes con nosotras y están trabajando con mucha ilusión.

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