La guerra contra la avispa asiática: este es el concejo asturiano en el que se han destruido 3.000 nidos en cuatro años

Protección Civil de Mieres denuncia el robo de numerosas trampas tras haber colocado el mes de marzo hasta 214 en puntos estratégicos del concejo

Pedro Domínguez, colocando una trampa.

Pedro Domínguez, colocando una trampa.

Mieres declaró la guerra a la avispa velutina hace cuatro años al percibir que esta peligrosa especie había invadido por completo los montes del concejo, al igual que los del resto de la región. La tarea de frenar el imparable avance de la denominada avispa asiática se puso en manos de un equipo vinculado a Protección Civil. Durante este tiempo, este grupo de voluntarios ha eliminado unos 3.000 nidos. En esta guerra no hacen prisioneros. Han logrado capturar más de 35.000 ejemplares. 

El concejal de Protección Civil, Marcelino Estrada, elogia el trabajo de la brigada de voluntarios que desde hace cuatro años atiende en Mieres las incesantes llamadas ciudadanas que alertan de la presencia de nidos de velutina. «Su labor es impagable. Muchas veces incluso a costa de poner su propia integridad física en peligro». Pese a que el Ayuntamiento ha dotado a este equipo del material necesario para protegerse, los ataques de estas avispas, aseguran, son «imprevisibles». Varios de los voluntarios han necesitado de asistencia médica en alguna ocasión.

Actualmente, en Mieres se está procediendo al trampeo. En marzo se colocaron un total de 214 trampas, repartidas estratégicamente por todo el municipio. Ya se han hecho tres seguimientos, con 4.000 avispas capturadas. El problema es que Protección Civil está detectando que en diversas zonas del concejo los cepos colocados mayoritariamente en árboles están siendo sustraídos. «Hay personas que no son conscientes de que estas trampas se colocan en zonas previamente analizadas y que cambiarlas de sitio perjudica notablemente la labor que se hace para mantener controlada la especie», subraya Marcelino Estrada.

Uno de los nidos colocados en Mieres.

Uno de los nidos colocados en Mieres. / David Montañés

Según explicaron los responsables del operativo, las trampas que se colocan son geolocalizadas y controladas por una aplicación informática del Principado de Asturias. Además, se realiza un seguimiento cada quince días aproximadamente para poder clasificar el recuento de capturas, reponer el líquido que se utiliza como engaño y cambiarlas de lugar para abarcar más zonas, si ello fuera necesario. Las trampas se colocarán a una altura de más de metro y medio del suelo y llevan en su interior un líquido compuesto en esencia por agua y azúcar. «Cada vez intentamos colocar las trampas más altas para evitar los robos, pero aun así muchas terminan desapareciendo», lamenta Marcelino Estrada.

La brigada

Con la campaña de trampeo ya en marcha, de cara al verano se comenzará a trabajar en la eliminación de los nidos. Cada temporada Protección Civil elimina alrededor de 750 guaridas. Es un trabajo extenuante para la brigada. Protección Civil tiene dos sistemas para acabar con los nidos. Y es que la dotación con sede en Nuevo Santullano no ha dejado de actualizar los métodos que emplea diariamente en su lucha contra la avispa asiática. Por un lado, están las pértigas que permiten colocar explosivos en los nidos construidos, por regla general, en zonas altas de los árboles. Más recientemente, el servicio está pasando a disparar veneno a los habitáculos, utilizando escopetas de perdigones. El procedimiento es posible gracias a un sistema de proyectiles caseros desarrollado por el propio personal. «Últimamente ya casi todo se hace con escopeta, salvo casos puntuales en que se precisa de la pértiga», señala Estrada.

La invasión se inició en Asturias en 2014 y entró por los extremos oriental y occidental de la región. Buen clima, abundancia de alimento y ausencia de depredadores eficaces contra ellos han provocado una «excelente adaptación». Preocupan los «graves daños a corto plazo en el plano económico», principalmente en la apicultura y la fruticultura. Tras el trampeo, en Mieres se prevé comenzar a destruir nidos sobre el mes de junio. «Esperemos que este año, tras la labor realizada previamente, haya menos», apuntan los responsables de Protección Civil.

Control

La tarea de control de nidos tiene su complicación, sobre todo cuando debe abordarse con medios casi artesanales, como es el caso de estos voluntarios. El Ayuntamiento decidió en su momento activar el citado servicio propio para la destrucción de nidos de velutina. La decisión se tomó al detectar que resultaba inviable que los bomberos asumieran esta tarea en solitario. Este insecto invasor, terror de apicultores y personas alérgicas, ha proliferado de manera incontrolada no solo por la zona rural, ya que su presencia se está extendiendo en ocasiones por los concurridos espacios de terrazas del casco urbano de la capital del concejo.

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