La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Mario Antuña

Obituario

Mario Antuña

El llargarito

En recuerdo de María Rosario Montoto, madre de Ricardo V. Montoto

Fue la única mujer que me imaginaba alto, estilizado, quizá, ya puestos, como uno de esos actores glamurosos. Como una especie de Cary Grant, cuando en realidad soy más bien un tipo tirando a Woody Allen con tripita. Incluso de su prolífica fantasía surgió un mote divertido: "el llargarito". Se fue sin la decepción de conocerme. Sabíamos bastantes cosas de nuestras respectivas vidas, pero siempre a través del nexo común que era su hijo. Yo conocía de su afabilidad, de sus fuertes y reconfortantes convicciones religiosas, del cariño que desprendía, de su amor inconmensurable por la familia, de la pasión por su hijo, de algunos de sus miedos... También sabía que era de Ablaña, que se casó con el anestesista Manuel Vázquez Quintana, de Saldaña (Palencia), al que conoció gracias a su primer destino en el Hospital Álvarez Buylla, y con el que recorrió media España, hasta que ya en los años postreros del retiro volvieron a la villa mierense, donde el reputado médico falleció hace unos pocos años. Y comprobé, a través de los relatos de su hijo, que era poseedora de una prolífica fantasía, de las que enriquecen la vida, de las que ayudan a atravesarla con sus mundos, historias y personajes propios. María Rosario Montoto se fue apaciblemente con el amor supremo y los exquisitos cuidados, que tanta mala conciencia provocaban en mí, de su hijo Ricardo Vázquez Montoto, abogado, escritor y columnista de este periódico. Se fue a esa otra vida en la que tenía fe y que sin duda ya habría adornado y decorado a su gusto con pinceladas de su imaginación. Y este "llargarito" que fantaseó también ha quedado un poco huérfano, porque nadie antes me había ideado como un Cary Grant.

P. D.: Estas líneas fueron escritas hace dos semanas, cuando María Rosario Montoto falleció, y quedaron guardadas por el pudor de escribirle a alguien a quien nunca había visto.

Compartir el artículo

stats