Decepción

La opinión de IU y del gobierno de Mieres con La Pereda y la postura mostrada por el PSOE

Queti Rodríguez González

Queti Rodríguez González

El cambio al frente de la Casa del Pueblo de Mieres hacía pensar que la renovación en el PSOE no se limitaría a un cambio de caras, que sería el inicio de un cambio tan necesario como profundo para intentar detener su hemorragia electoral y trabajar para recuperar la confianza de su electorado, mostrándose como un partido útil para defender los intereses del municipio.

Tras leer el primer artículo del máximo dirigente no podemos ocultar nuestra decepción: se estrena replicando los viejos usos y costumbres de siempre, imitando el juego de trileros, recurriendo a la confusión, las medias verdades, o directamente a la mentira. El cambio en la Casa del Pueblo era sencillamente una operación estética, un espejismo.

Si hubiera sido por el PSOE, en Asturias llevaríamos más de una década con una macroincineradora que estaría quemando toneladas a tres turnos. Fue la firme oposición de Izquierda Unida y otros colectivos, que defendimos la necesidad de apostar de verdad por las 3Rs (reducir, reciclar y reutilizar) y rechazamos la incineración de la basura como método central de tratamiento de residuos, los que lo evitamos.

Desde que Hunosa planteó la quema de residuos en La Pereda, la posición de IU y del gobierno de Mieres ha sido clara: respaldamos la apuesta por la biomasa pero rechazamos la quema de residuos y exigimos las mayores garantías para la salud pública. Lo hemos hecho de forma coherente, sin hipocresía ni demagogia. En público y privado. En mociones y en alegaciones.

IU no vende motos ni cuenta cuentos. El Ayuntamiento de Mieres no tiene competencias para autorizar o modificar los planes de Hunosa para La Pereda, la única administración con competencias era el Principado de Asturias y hace tiempo que le dieron luz verde.

Por eso, desde ese momento, hemos exigido a Hunosa que no escatime en la protección de la salud y la seguridad: tiene el reto de convertir La Pereda en la instalación más moderna de Europa y una de las más avanzadas del mundo.

Sus mecanismos de seguridad ambiental y la transparencia en el control de su actividad tienen que ir más allá de lo que exige la ley, con el único límite de lo que sea técnicamente posible. Tienen la obligación de ser un referente en materia de seguridad, salud y medioambiente

También hemos exigido a Hunosa que presente un plan detallado, con mecanismos de control y seguimiento públicos, para garantizar que la valoración energética se realice exclusivamente de los residuos que no sean ni reutilizables ni reciclables. Queremos garantías expresas que para controlar que la valoración energética se realice exclusiva y únicamente de la denominada "facción resto".

Hasta ahora Hunosa se ha limitado a contratar anuncios de publicidad, pero no ha querido sentarse con los vecinos y vecinas afectadas, con las asociaciones para explicar su proyecto, rendir cuentas y actuar con la máxima transparencia. Debe dar respuesta a las dudas y legítimas preocupaciones que existe en este concejo. Tiene que dar la cara y explicar sus planes ante la opinión pública.

Tampoco nos sorprende esto. Forma parte de la "marca de la casa". La empresa minera pública concentra su actividad productiva en nuestro municipio pero apenas tiene presencia en la vida social, cultural o deportiva de Mieres. Limita nuestro desarrollo urbano, pero es la gran ausente a la hora de impulsar nuevos proyectos capaces de generar actividad y empleo. Nos condena a soportar las molestias de su actividad, pero no se preocupa de compensarlas arrimando más el hombro en el concejo. Por no hablar del patrimonio minero, en estado de ruina y abandono, sin que Hunosa lleve a cabo un plan de conservación, inversión y transformación para evitar que se conviertan en ruina.

Teniendo todo esto en cuenta, el nuevo secretario general del PSOE en Mieres bien podría haber levantado el teléfono y exigir a sus compañeros de partido en Hunosa que se pongan las pilas, que pongan fin al abandono o la discriminación a la que someten a Mieres, tan grosera como inaceptable. Pero ha optado por el camino de siempre: defender primero a sus siglas que a los vecinos y vecinas. Dar lecciones a los demás mientras imita a la avestruz cuando hay que dar la cara para defender a los vecinos y vecinas. Toda una decepción.

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