El recuerdo de Llana

Me resultó muy triste abrir el periódico y encontrarme con la noticia del fallecimiento de Manuel Ángel Álvarez Llana, al que conocí personalmente un buen día, hace un montón de años, en la delegación de La NUEVA ESPAÑA en Sama de Langreo, donde yo acostumbraba a saludar a los periodistas que en ella trabajaban. Ambos teníamos referencia el uno del otro: él era ya todo un profesional de la comunicación y yo un plumífero que se entretenía, como sigo haciéndolo por afición, con estos artículos.

Llana, como se le conocía, dio siempre muestras de volcarse en todo aquello que emprendía. Ha recibido el reconociendo y el cariño de amigos y de compañeros de tarea, como algunos de ellos han dejado impreso en este periódico días pasados. Aunque tarde, deseo enviar mi más sentido pésame a su familia y entrañables amigos por ese recuerdo tan grato que nos dejó.

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