Opinión | Ventana indiscreta

El comedor escolar no es una mercancía

Sobre un servicio imprescindible en la escuela pública, a propósito de un caso en Langreo y otro en Mieres

Se está fraguando un modelo educativo público, que parece ser "invisible" a la llamada comunidad educativa, compuesta por las familias, alumnos y alumnas, así como por el profesorado. Ese modelo que, a mi juicio, va a orientar el futuro de la escuela pública si no lo está ya marcando, es el que sitúa, o al menos lo intenta, a la escuela y la educación pública en el papel de una mercancía más. Donde la especulación y la ganancia fácil y sin escrúpulos pueden tomar la iniciativa por delante de quienes tienen la obligación de que la escuela pública sea de todos y para todos. Incluyendo también el servicio de comedor escolar que garantice y eduque en una alimentación saludable, sostenible e inclusiva. Buscando, así, la excelencia alimenticia de las niñas y niños.

Sin embargo, no parece que se vaya por el camino correcto. Los comedores escolares continúan siendo la asignatura pendiente de la escuela pública. Y lo son porque se está buscando y actuando con la especulación de la nutrición de las niñas y niños que asisten a ese servicio complementario de carácter educativo.

Muchos comedores escolares están gestionados por empresas privadas que buscan solo la ganancia. Importándoles poco o nada el aspecto nutricional de la grey infantil. En muchos casos la complicidad, por omisión, de la propia administración educativa amplifica el problema. O en el que se comenta, del C. P. José Bernardo, la responsabilidad directa de la Consejería de Educación del Principado de Asturias en la asignación y consentimiento en la subida de precio en el menú escolar.

Lo dicho, no es una especulación en el aire. Es una realidad que se está plasmando en muchos centros educativos públicos. Uno, entre otros, es el Colegio Público José Bernardo de Sama de Langreo. Este centro tiene en "pie de guerra" a las familias que hacen uso del comedor escolar del colegio.

LA NUEVA ESPAÑA, el 25 del mes pasado, publicaba la noticia que daba cuenta de la protesta de las familias que usan el servicio de comedor por la subida de más del 50 por ciento del precio de la comida. Subida que efectivamente resulta excesiva y abusiva. Desde el siete de marzo, llevan las familias afectadas realizando entrevistas y acciones que conduzcan no a paliar tal subida, sino a mantener el precio que hasta ese incremento era de cinco euros por niña o niño. Reuniones con el AMPA del centro. Así como con los grupos políticos del Ayuntamiento de Langreo, donde consensuaron llevar al Pleno una propuesta de moción para el día 26 del mismo mes. Moción que fue aprobada por unanimidad del Pleno consistorial.

En el acuerdo del Pleno "se insta, en el primer punto, a la Consejería de Educación del Principado de Asturias a asumir la diferencia de precio del servicio de comedor sobre el precio aprobado al inicio del curso 2023/2024 (…) En el segundo punto, se propone a dicha Consejería que para el próximo curso se utilicen las instalaciones del propio colegio y se realice la gestión del comedor escolar directa y pública, sin intermediarios, garantizando a las familias un precio razonable y asequible".

Que garantice, añado yo, una alimentación acorde con las necesidades nutricionales que corresponden a esa edad, que es la antesala de una infancia feliz y sana.

Hay que recordar que el tema comienza con la renuncia de la empresa anterior que mantenía el precio de cinco euros por menú, dio en quiebra, lo que hace que la licitación del comedor se haga con carácter de urgencia y se conceda a la empresa Os Ventos Innovación en Servizos S. L. Esta es la que sube el precio del menú de cinco euros que valía a 8,25 euros. Una subida protestada como se explica y que propició que en un principio no se enviasen a las niñas y niños al comedor. Situación corregida posteriormente.

Es de justicia, recordar al Colegio Público "Vega de Guceo", de Mieres, que se encuentra en la misma situación que el José Bernardo.

Las familias afectadas coincidirán hermanadas en la concentración que llevarán a efecto este mes, ante la sede de la Consejería de Educación del Principado de Asturias. Es manifiesta la indignación y mucho el enfado, con razón, de estas familias que solo quieren justicia y equidad, resumidas en dos puntos: paralizar la subida del precio del menú y gestión directa del servicio de comedor. Que tengan suerte, es mi deseo.

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