Opinión

Las lecciones del PP mierense

La respuesta de IU de Mieres, partido del gobierno local, a las peticiones de los populares

En las últimas elecciones municipales el PP consiguió superar al PSOE en votos y se convirtió en la principal fuerza de la oposición en Mieres. Es cierto que la diferencia era escasa, algo más de cien votos, pero el "sorpasso" no era un dato menor. Eso nos hizo pensar que la derecha optaría por un cambio de estrategia, abandonando la sobreactuación y la búsqueda del titular. Pensamos que apostarían por situarse como alternativa de gobierno, como una fuerza política seria y rigurosa, capaz de ofrecer propuestas realistas y viables para el futuro del municipio, abandonando el ruido y centrando sus esfuerzos en mostrar iniciativas y proyectos. En resumen, que dejarían de poner palos en las ruedas y arrimarían el hombro en beneficio del concejo. Nos equivocamos.

El artículo de ayer en estas mismas páginas es la enésima prueba que nada ha cambiado en el PP, que siguen confundiendo realidad con deseo, que son incapaces de situarse en el terreno de la propuesta y la seriedad, que siguen sin poder abandonar la política del chascarrillo y que su único objetivo es obtener su particular minuto de gloria anunciando las llegadas de plagas bíblicas. No tienen el menor interés en ser un partido serio.

Los concejales del PP preguntan mucho, constantemente, por temas que tienen a su disposición, como todo el mundo, en la página web del Ayuntamiento. No es casual que seamos el más transparente de toda Asturias. Intentan disimular su falta de dedicación y desconocimiento sobre los asuntos municipales presentando baterías interminables de preguntas cuyas respuestas ya deberían conocer porque las tienen disponibles a golpe de click, sin necesidad de preguntar ni firmar solicitudes. Ellos, además, al ser concejales tienen un acceso más completo, al poder consultar los expedientes electrónicos del Ayuntamiento.

El problema es que, con esta actitud, lejos de mostrarse como concejales preocupados por los asuntos municipales, exhiben sin pudor su desconocimiento y falta de dedicación. Ser concejal o concejala supone un esfuerzo diario, hay que hacer seguimiento a los temas, leer los expedientes, estudiar las propuestas y las alternativas, tomar decisiones… no es solo preocuparse un día al mes, cuando hay pleno, y preguntar a lo loco por temas que ya deberían saber. Y lo peor de todo, es hacerlo instalado desde la soberbia y la arrogancia. Las formas y el tono también son importantes en política.

En todo caso, el gobierno de Mieres seguirá trabajando con rigor y seriedad para dar respuesta a los retos de futuro de nuestro concejo. No perderemos el tiempo en ocurrencias, tampoco lo haremos con un PP instalado en la sobreactuación y la búsqueda de polémicas estériles. Comprendemos el rubor en buena parte de su electorado, que no votó al PP para esto.

Suscríbete para seguir leyendo