Opinión | Velando el fuego

Fuga de médicos

Las denuncias de las plataformas de pacientes, que alertan del trasvase de profesionales desde la sanidad pública a la privada

Hace unos días Juan José Millás publicó un gran artículo, como casi todos los suyos, que llevaba por título "El rincón y la esquina". Trata sobre un padre al que le encantaba hacer planos, mapas, croquis, representaciones del mundo en general, y que solía terminar sus trabajos, cuando los entregaba, con una frase elocuente: "No tiene pérdida".

Sin embargo, su hijo (me imagino que en la ficción), Juan José Millás, parecía empeñado en llevarle la contraria a su progenitor, pues en el referido artículo dice que, al contrario que su padre, acostumbra a perderse siempre. Da lo mismo si se trata de dar una vuelta al barrio que de encontrar el Este o el Oeste o el dentro y el afuera. Le resulta muy difícil encontrar la unión entre dos puntos, como si su vida fuera un continuo cambio de líneas.

Al acabar de leer la crónica, en una página del mismo diario se hacía referencia a la protesta de los usuarios del Hospital Valle del Nalón denunciando la fuga de médicos. Al principio, intenté ponerle un tanto de humor a la narrativa. Quizás a esos médicos les pasaba lo mismo que a Juan José Millás, habrían perdido el rumbo y caminarían extraviados por las agujas del tiempo, incapaces de entender que el sol sale siempre por la misma esquina y que el universo es una naranja partida en dos, tres o veinte mitades. O tal vez, al echárseles la noche encima, confundirían la puerta de salida de todos los aeropuertos con las bocas del metro. De modo que intenté animarme, pues creía que al entonar el tango de "Volver", se cansarían de su destino: "Errante en las sombras", y acabarían regresando a su lugar habitual.

Sin embargo, al leer todo el titular, "…fuga de médicos al sector privado", me di cuenta de que, en este caso, las bromas justas. No se trataba de una confusión cualquiera, de un simple extravío en el mapa diario de cada cual o de una fuga alocada, sin más. Nada de eso. La huida tiene más que ver con fragmentos de "El tiempo recobrado", séptimo y último volumen de "En busca del tiempo perdido" de Marcel Proust. Fragmentos que, usados de modo conveniente por el orden capitalista que nos gobierna, orientan nuestra conciencia en una doble dirección: abandonar el tiempo perdido (es decir, todo aquello que guarde alguna relación con la utilidad pública) y sustituirlo, a la mayor brevedad posible, por un nuevo tiempo (el tiempo recobrado), en donde la esfera privada sea quien controle nuestros dos motores principales: la educación y la sanidad, como es el caso que denuncian los miembros de la Plataforma por la Sanidad Pública del área sanitaria del Nalón.

Como bien se explica en la noticia de este diario, esa fuga de profesionales, unida al traslado por movilidad forzosa de anestesistas y cirujanos, está suponiendo que se aplacen y suspendan cirugías.

De una parte, la responsabilidad de los dirigentes del hospital, y de otra, la fusión de las áreas sanitaria propuesta por el Principado, centran las principales responsabilidades, a juicio de los miembros de la Plataforma. Lo cierto es que cuando llueve desde hace tiempo, algo sucede en la atmósfera, y en este caso, la lluvia no ha cesado de caer. Y una vez más, o mejor sería decir como casi siempre, son los ciudadanos del valle quienes sufren las consecuencias.

En alguna ocasión, y en esta misma tribuna, he manifestado mi agradecimiento por el buen trato que me dispensaron los profesionales del hospital cuando necesité sus servicios. Lo que no tengo reparos en confirmar. Pero eso sí, añadiendo que hay que diferenciar entre los tripulantes del barco y los miembros encargados del puente de mando. No olvidemos que cuanto más aguas arriba, más complicado se hace navegar.

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