La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

LEOPOLDO SÁNCHEZ TORRE | Profesor de Literatura Española

"Bousoño es un poeta que realmente está por descubrir"

"La cercanía estética y personal de Aleixandre fue de gran influencia, aunque su originalidad es más que contrastable"

Leopoldo Sánchez Torre. LNE

Leopoldo Sánchez Torre, actual vicerrector de Extensión Universitaria, doctor en Filología Hispánica y profesor de literatura de la Universidad de Oviedo, es poeta y estudioso de las corrientes poéticas del siglo XX, a las que ha dedicado numerosos artículos y estudios. Buen conocedor de la poética y de la obra teórica del recientemente fallecido Carlos Bousoño, comenta las líneas que han caracterizado su poesía desde los años de su juventud.

-¿Qué define la poesía de Carlos Bousoño?

-Hay una línea que define la poesía de Bousoño desde los orígenes hasta los últimos libros de los años 90 y es la reflexión de signo existencialista, sobre el sentido de la vida, que va variando de forma a lo largo del tiempo, adaptándose a moldes poéticos, retóricos, distintos. Creo que es el hilo que va trenzando todos sus libros. Esa preocupación de signo existencial está presente desde los primeros libros hasta los últimos. Se trata de una reflexión sobre la naturaleza del ser humano, unas veces con una dimensión más temporal, otras con una vertiente más de signo religioso, y otras conectada con una realidad más inmediata.

-¿La muerte y el tiempo son preocupaciones obsesivas en su poesía?

-En los primeros libros. Muchas veces incardinadas con ese sentido religioso o planteándose una correspondencia entre la muerte de Cristo y la muerte del ser humano, esa faceta de la divinidad que aparece en libros como Subida al amor o en Primavera de la muerte, obras de los años cuarenta, y que permanece en el resto de su obra. La muerte es un tema fundamental en su obra.

-Bousoño mantuvo amistad durante muchos años con Francisco Brines y Claudio Rodríguez. ¿Hay similitudes en su poética?

-Lo que sí es preciso decir es que fue gran estudioso de su poesía. Alguno de los estudios más iluminadores y reveladores sobre la poesía de Brines o de Claudio Rodríguez los escribe precisamente Bousoño. Podemos decir que hay una especie de corriente de ida y vuelta entre la poesía de todos ellos y aunque no hay grandes similitudes en su lírica sí se perciben algunas líneas comunes.

-Para muchos, la "Teoría de la expresión poética" que publicó siendo aún muy joven sigue siendo el libro de referencia.

-Fue un libro importantísimo que llega en un momento en el que la teoría poética en España apenas estaba desarrollada. En esos momentos, año 1952, es un libro capital y creo que todavía, en algunas cuestiones, como el tratamiento de lo que convierte a un discurso en poético o, en cuestiones como las propiedades del lenguaje poético, algunos estudios muy avanzados para su tiempo, como la diferencia entre la poesía y el chiste. Creo que esas páginas tienen un valor fundamental y es un libro que recomiendo.

-¿Es un estudio aún no ha sido superado?

-Está superado en algunos aspectos porque la teoría ha avanzado muchísimo. Son décadas de desarrollo de la teoría, pero para su tiempo es un libro fundamental. Además, poco antes había publicado en colaboración con Dámaso Alonso un volumen también importantísimo Seis calas en la expresión literaria española, que supone de alguna manera la continuación de la eclosión de la estilística que venía desarrollando Dámaso Alonso. Es la contribución de un joven Bousoño a esa corriente de pensamiento crítico.

- ¿Cómo influyó en su poesía la estrecha amistad que mantuvo con el Nobel Vicente Aleixandre?

-Uno de los grandes trabajos teóricos de Bousoño fue el estudio de la poesía de Aleixandre, que fue además su tesis doctoral. La influencia del Nobel en la poesía española de estas décadas siempre se cita como paradigmática, como modélica, y efectivamente en el caso de poetas como Bousoño, dada la cercanía no solo estética, sino también personal, sin duda fue muy influyente. Creo que la poesía de Bousoño sin la de Aleixandre no se entendería del todo. No es una mimésis, no es una copia, la originalidad de Bousoño es más que contrastable, pero haberlo estudiado con tanto detalle y haber tenido una relación estrecha terminaron condicionando la propia poesía de Bousoño.

-Para muchos su poesía es hermética, densa, compleja, lo que le aleja de la proximidad que irradia por contra Ángel González.

-Son poesías que optan por formas expresivas y recursos distintos. La de Bousoño fue ganando en complejidad con el paso del tiempo. Empezó siendo una poesía de carácter, no voy a decir realista porque no sería muy justo, pero más bien de ese estilo. Es una lírica que no ofrece una complejidad extrema en los primeros momentos, pero fue avanzando hacia una dificultad que responde a dos impulsos, por una parte la especulación poética que va desarrollando en sus obras, que está muchas veces centrada en los recursos típicos de esa vertiente racionalista. Creo que eso condiciona que su poesía se vaya haciendo más compleja, más densa. Luego, en Bousoño se produce una coincidencia a finales de los 60, principios de los 70, con las nuevas corrientes poéticas que se están desarrollando, que son de signo también irracionalista, muy influidas por el surrealismo o por estéticas semejantes. En Oda en la ceniza y Las monedas contra la losa confluye claramente con los poetas novísimos, a los que también estudió.

-Luis Antonio de Villena sostiene que esos dos que cita son sus mejores libros.

-No me extraña que Villena diga eso porque coincide que él empieza a publicar sus primeros libros en ese momento y está descubriendo a un poeta que escribe con el mismo lenguaje que él, con todas las diferencias, y al que no tenía mucho aprecio por los libros anteriores. De pronto descubre a un poeta mayor en cuanto a los años y también en cuanto a la escritura porque está utilizando ese mismo lenguaje. Me parece que esos libros están entre los mejores de Bousoño, aunque particularmente tengo gran aprecio por Primavera de la muerte, que me parece fundamental en su obra.

-Es su segundo libro y también el que da título a las poesía completas.

-Ahí está esa obsesión por la muerte, por el sentido de la vida. Es una poesía que trata de explorar esa angustia vital característica del ser humano, primero con un sentimiento fuertemente religioso y luego con una visión del mundo menos trascendente.

-¿Servirá su desaparición para volver a poner de actualidad su poética?

-Ahora llegarán los homenajes, los reconocimientos y yo lo que espero es que llegue la lectura real de su poesía que es lo que nos está faltando desde hace unos años, acercarnos a ella, leerla con ojos que no lleven prejuicios. Tratar de ver y de entender lo que de profundo y de admirable hay en su poesía. Creo que Bousoño es un poeta que realmente está por descubrir. En los años 70 fue una figura con verdadera influencia en el panorama poético y después la ha ido perdiendo porque se ha ido dejando de leer.

Compartir el artículo

stats