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Los tres hombres de la barca de Jerome se van en bicicleta

Tras un inicio accidentado en la vida, fue el humor lo que situó al inglés Jerome K. Jerome (1859-1927) en la pista de la rueda buena. Recogedor de carbón caído a las vías del tren y luego cómico de la legua, Jerome pasó algún tiempo escribiendo y recibiendo portazos editoriales. Hasta que, hacia los 26 años, unas memorias cómicas de sus desventuras en las tablas ( "On the stage - and Off") y un volumen de ensayos humorísticos ( "Idle thoughts of and Idle Fellow") le abrieron el camino hacia el público. Llegó así Tres hombres en una barca, un éxito rotundo que un público aburrido de novela victoriana devoró con pasión. Hasta el punto de que el Támesis, el río de la barca, se convirtió en atracción turística y su parque de botes se multiplicó. Quienes la hayan leído no dudarán en abrazar este Tres hombres en bicicleta, que lanza al trío original por las carreteras de Alemania. Puro humor inglés con el primo germano en la diana.

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