Sergi Puertas escribió los relatos de Estabulario "casi con el subconsciente pero con la puerta abierta, para que entrara la porquería. Para que fuera un libro muy sucio. Las chonis, los refugiados, la corrupción urbanística, el coaching, los realities, los nacionalismos. El yihadismo, los complejos vacacionales, las guerras, los cuarenta latino. Toda esa mierda que llamamos realidad. Toda esa mierda entrando en tromba, pringando a los actores, pringando a los lectores, pringándonos a todos. Es mierda que conocemos de sobra pero amalgamada aquí de una forma muy rara, en el estabulario todo funciona distinto".
Ahí vamos: "La televisión te habla, Andalucía se ha independizado, la publicidad engendra sectas. Cuando las torres gemelas se derrumban, lo hacen en plena medina, rodeadas de mezquitas. Entonces decimos que es ciencia-ficción, pero ya digo que Estabulario está escrito con el subconsciente, y estas cosas cuando funcionan son reales, más reales que la propia realidad. El principio de exageración ya no da más, la realidad se ha vuelto demasiado exagerada. Va tan rápido y tan alocada que toda la ficción se nos está quedando rancia, se nos está pudriendo en las librerías. Por eso ya nadie lee, por eso lo único que queremos es drogarnos, evadirnos, como en mi estabulario".
Al final todo puede pasar: "Al final todo está pasando, y esa es otra cosa que he intentado. Que en Estabulario pasara de todo, todo lo que tenía pasar, que me mi mundo me desconcertara como me desconcierta la realidad. Pasan cosas muy locas pero todas muy ciertas. Tengo cuarenta y seis años, no sé cómo voy de tiempo, era el momento de arriesgar. Al final los escritores somos gente conservadora. Una vez hemos creado nuestro estabulario nos gusta tenerlo bien controladito. Bien perfilados los personajes, bien amarrados los vínculos, bien ordenadas las secuencias. Bien cerradita la puerta, no fuera a desatarse una corriente y nos fuera a descacharrar el chiringuito. Ya digo que en el mío la he dejado abierta y además de mierda ha entrado es el caos. Un caos que lo flipas, mal rollo por un tubo. La porquería que respiramos todos los días, el caos en el que braceamos".
Por eso Estabulario es "muy real para mí, más que la propia realidad. A Philip K. Dick le funcionó y a JG Ballard le funcionó. Y a ver si a mí me funciona, porque todo juega en mi contra, y para empezar Estabulario es un libro muy español. Y en España nada sale bien, está comprobadísimo. Le dicen ciencia-ficción, pero al final lo que cuento son historias muy de estar por casa. Historias muy españolas. Sale Chacón y sale Menéndez, y salen Torrecillas y Navarrete. Salen niñas currando en calling centers, y camareros que sirven en franquicias. Un montón de pringados como yo. Me envían cuestionarios de prensa y respondo de madrugada porque me tienen esclavizado. Mi trabajo es horrible y encima está mal pagado. En un par de semanas termino y entonces hala, otra vez al Infojobs, otra vez a los polígonos, otra vez a las oficinas. Con toda esa gente horrible. Mi estabulario está lleno de gente horrible, tal vez por eso termina muerta. Hay libros en los que muere nadie y libros en los que mueren algunos, y libros en los que muere todo el mundo. En mi estabulario la humanidad entera muere dos veces".
