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Ritos de paso

Los días luminosos de Zsuzsa Bánk

Los días luminosos

Los días luminosos es una novela densa, verbosa, que ronda las ciento ochenta mil palabras para exponer la infancia y entrada en la vida adulta de tres amigos, dos niñas y un niño. Su infancia transcurre en un pueblo pequeño del sur de Alemania, a las orillas del Neckar, y su despertar a la madurez se desarrolla en Roma; ambos espacios tienen en realidad poca transcendencia como tal ubicación a la hora de explicar los sucesos de la novela, son meros escenarios, pasivos y secundarios.

Los personajes principales pertenecen a familias truncadas por diferentes motivos, todos rayanos en la tragedia y que implican la desaparición traumática de un miembro cercano. Esto, que desestabiliza a los progenitores, no incomoda especialmente a los niños, que lidian con tales problemas desde su particular modo de disfrutar de los placeres cotidianos. Esto es, al menos, lo que nos cuenta una de las niñas protagonistas, que funciona como narradora omnisciente, entrando en las casas y en los pensamientos de la gente y ofreciendo razones a los diferentes comportamientos.

Por eso, “los días luminosos” hace referencia a la época feliz de la infancia, en que podían correr de casa en casa y en que todo parecía estar impregnado de hospitalidad, amistad y buenas intenciones. Las madres se ayudaban entre sí con gran discreción y el pueblo asumía las diferencias de etnia y clase sin ningún problema. Los días de verano constituían un tiempo de juegos interminable y las visitas y las fiestas invernales venían precedidas de una laboriosa preparación llevada a cabo con alegre expectativa.

Que la narradora sea también una niña explica la despreocupación con que nos cuenta cómo se enfrentan los adultos y los chiquillos al duelo que producen la muerte y la ausencia. Pero poco a poco los juegos se van tornando más complejos y los personajes se asoman a un tiempo en que han de abandonar la casa familiar para enfrentarse a su propia vida. Este paso lo dan desplazándose físicamente al sur, a Roma, un lugar diferente desde el que van a encarar todo aquello que no entendieron en sus días infantiles; ahora serán responsables de sus propias reacciones y decisiones vitales.

La narradora comprende que “mientras nosotros crecíamos, el mundo seguía girando indiferente”. A partir de aquí, surgen las preguntas que les producen desasosiego: cuándo empezó a faltarnos algo, cuándo nos dimos cuenta de esa falta, cuándo averiguamos que somos frágiles, que hay amistades que se acaban… Es entonces cuando vuelven la vista hacia atrás e inician el viaje de vuelta a las raíces, para buscarse y tapar “un agujero que no podían rellenar con nada y cuyo vacío no hacía más que aumentar”.

Zsuzsa Bánk es una escritora y periodista alemana, hija de padres húngaros emigrados a la República Federal después de la revolución húngara de 1956. Los días luminosos es su tercera novela, publicada en 2011. Editorial Acantilado ha publicado también, en 2004, su primera novela, El nadador (2002) y en 2016 la colección de relatos En pleno verano, publicada originalmente en 2011. Es una autora de relevancia en su país y ha ganado varios premios literarios: el primero, el Jürgen Ponto Foundation, por el manuscrito de El nadador, novela que también recibió, una vez publicada, el Premio Aspekte en 2002 a la mejor “primera obra” en prosa en lengua alemana, y obtuvo, así mismo, el prestigioso Premio Adelbert von Chamisso en 2004.

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