tinta fresca
El corazón de las tinieblas
Iñaki Martínez agita en "Lo que dejan ver las sombras" un cóctel explosivo en La Habana de 1953
Pongámonos en situación. Viajamos en el tiempo. A La Habana de 1953. Momentos tensos e intensos en una ciudad que es un hervidero de ambiciones, miserias y misterios. Juegos de poder, siempre en maltrecho y peligroso equilibrio. La sombra del dictador Batista es alargada y las garras del gángster Meyer Lansky se extienden por todas partes. Un escenario perfecto para situar una trama negra como el futuro de muchos de sus personajes. En ese laberinto de pasiones y codicias se mezclan clanes mafiosos, sueños revolucionarios, arribistas y aventureros, inocencias y ruindades. De repente, las balas derriban a agente de la CIA Stanley Mortimer a las puertas del hotel Nacional.
¿Quién apretó el gatillo? Su jefe, Ray Colmore, se ocupa de investigarlo. Primeros indicios: el secuestro de una heredera de un imperio de ron, Carolina Bacardí, a manos de una familia criminal, los Cavalcanti, puede esconder los motivos del atentado. Y es que la secuestrada fue liberada y sus captores fueron capturados, pero la pasta... ¿dónde está la pasta? Ah, y la que fuera guionista de "Casablanca", Joan Alison, entra en escena para reencontrarse con su antiguo amor, el ex sacerdote Martín Ugarte. Los lectores de Martínez reconocerán a personajes que ya aparecían en las dos obras anteriores. Viejos amigos. Aquellos días y aquellas noches en Tánger... La chispa vuelve a prender. Bogart y Bergman sabían mucho de eso.
Iñaki Martínez, que nació en Guatemala, es hijo de un miembro de la Brigada Vasca en la Segunda Guerra Mundial. Abogado de profesión, en "Arresti" relató la relación entre ETA y el mundo empresarial". De él conocíamos su destreza narrativa y su capacidad para construir atmósferas densas y evocadoras: "La ciudad de la mentira" (2015) y "Cuando los hombres llevaban sombrero" (2018) así lo demostraron. Ahora lo confirma con "Lo que dejan ver las sombras", un suculento festín para los aficionados a la tinta muy negra y también para los cinéfilos experimentados en caminar sobre el filo de la navaja de tantas películas memorables en las que las tramas de espionaje se mezclaban con pliegues detectivescos al servicio de personajes de verbo amartillado y destinos trepidantes. "Casablanca" a la cabeza, claro. De rimo implacable y estructura implecable, la novela de Martínez se adentra en las sombras de la condición humana tras proponer una reveladora cita de Cèline: "Todo lo interesante ocurre en las sombras; no cabe duda, no se sabe nada de la historia auténtica de los hombres".
Como tantas obras de similares costuras y calados, "Lo que dejan ver las sombras" bebe en vaso largo y beso intenso de fuentes turbias a veces y cristalinas otras, sobre todo cuando irrumpen en escena las amistades a prueba de fuego y los romances que se resisten a morir a pesar de las distancias y los obstáculos.
Lo que dejan ver las sombras
Iñaki Martínez
Alt, 432 páginas, 21 euros
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