Día Mundial de la Poesía

Asturias, la conexión objetivista

La traducción de "80 Flowers", de Louis Zukofsky, confirma el vínculo entre destacados poetas de la región y la segunda hornada modernista norteamericana

Louis Zukofsky.

Louis Zukofsky. / Poetry Foundation

Luis Muñiz

Luis Muñiz

La pareja de traductores formada por Faustino Álvarez Álvarez (Urbiés, 1956) y Emiliano Fernández Prado (Gijón, 1956) confirma con su última criatura impresa, una excelente versión de "80 Flowers", de Louis Zukofsky, la existencia de una insospechada conexión entre Asturias –o, al menos, algunos destacados poetas y traductores asturianos– y la obra de los llamados poetas objetivistas estadounidenses; aquellos que en la década de 1930 propugnaron una poesía que, siendo natural heredera de la de sus mayores (Ezra Pound, William Carlos Williams, Marianne Moore), da pruebas de una vocación más comprometida o, por mejor decir, más adscrita documental o testimonialmente a la realidad que la de la generación precedente (y entiéndase aquí por realidad, también, la propia realidad del poema, su objetividad lingüística, su condición de objeto hecho de un material infinitamente maleable y, como en el caso de "80 Flowers", estratificable, recorrido por la Historia). Así, el objetivismo patrocinado por Pound desde antes de la I Guerra Mundial se transforma, en manos de los Zukofsky, Charles Reznikoff, George Oppen y Carl Rakosi, en una toma de postura ante los hechos del presente que puede reputarse sin demasiado riesgo de política, si bien no de panfletaria ni de dogmática –como sí llega a serlo el antisemitismo poundiano en algunos tramos de "The Cantos", por más que al judío Zukofsky, su alumno más aventajado, le escarneciera.

Cabe en lo posible que ahí, en esa proximidad estético-ideológica, radique en un principio la comunidad de intereses que Álvarez y Fernández Prado parecen haber establecido con los objetivistas, y de la que ya ofrecieron una primera muestra en 2021 con su traducción de "Briggflatts", de Basil Bunting, al que puede tenerse por el británico del grupo (antes, en 2004, habían traducido su poema "I am agog for foam. Tumultuous come", incluido en el libro "Briggflatts y otros poemas"). Hay, pues, afinidades políticas –ambos han desempeñado cargos en la administración regional con distintos gobiernos del PSOE– y hay vínculos estéticos y culturales: los dos han sido profesores, Álvarez es especialista en filosofía angloamericana y, además, Fernández Prado es sobrino del poeta Basilio Fernández López, que conoció a Bunting cuando era el secretario de Pound en Rapallo (Italia) y a instancias del cual publicó su poema "Hombre erguido" en el semanario "Il Mare" de esa ciudad liguria. Como ellos, casi huelga decirlo, los objetivistas eran hombres de izquierdas, próximos en algún caso al Partido Comunista, y a temporadas también fueron docentes.

En cualquier caso, lo que aquí nos importa es que con su versión de "80 Flowers" –que, como la de "Briggflatts", publica la editorial Impronta–, Álvarez y Fernández Prado vuelven a dar una lección sobre lo que debería ser –y pocas veces es– la edición crítica de un poemario que, como este, carece casi por completo de parientes en nuestra tradición. No sólo conducen a puerto seguro una labor de traducción que ha tenido que ser una tortura –pues la proteica naturaleza del verso de Zukofsky genera constantemente neologismos, capas de sentido superpuestas y palabros que resultan de la reunión de términos que se escriben separados–, sino que además firman un extenso y esclarecedor prólogo, de imprescindible lectura para legos e iniciados, y añaden setenta páginas de notas en las que identifican las especies botánicas que se mencionan en cada uno de los 80 breves poemas y señalan "las referencias literarias, culturales o biográficas más significativas que contienen". En resumen, un sobresfuerzo que permite leer a Zukofsky por primera vez en castellano y cuyo carácter pionero lo parangona con la no menos meritoria edición de "Junto al pozo del vivir y el ver" (Kriller71), el libro de Reznikoff que Jordi Doce (Gijón, 1967) tradujo en 2023, estrenando la cuenta que el objetivista de mayor edad –nació en 1894– tenía casi a cero en nuestra lengua (previamente, en 2021, se había traducido en Chile y Argentina su libro "Holocausto", escrito a partir de las actas de los juicios de Núremberg y el proceso contra Eichmann en Jerusalén).

Por si lo dicho hasta ahora no fuera suficiente para constatar la existencia de un vínculo entre esta desatendida región y los objetivistas norteamericanos –insisto: tan inopinado como consistente–, cabe reseñar aún otras tres conexiones, quizá más subterráneas: a) que la versión de la poesía de Paul Auster que circula en España es obra de Jordi Doce, y que Auster señala sobremanera entre sus fuentes e influencias a George Oppen; b) que Marcos Canteli (Bimenes, 1974) tradujo en 2005 el libro "Pieces" de Robert Creeley, al que cabe presentar, sin miedo a una demanda, como hijo natural de Zukofsky; y c) que Ruth Llana (Pola de Siero, 1990) publicó en 2022 su versión de "U.S. 1", de Muriel Rukeyser, la poeta que inaugura, en el mismo marco temporal en que los objetivistas empiezan a balizar su territorio, la poesía documental, o docupoetry, emparentada con Reznikoff más que con Zukofsky, y una de cuyas últimas representantes, Susan Briante, escribe en "El Mercado se pregunta": "Me gustan los poemas que van a las prisiones y a pueblos con minas de carbón". ¿Son necesarias más pruebas?

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