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Cien años en plena forma

La Federación Asturiana, que cumple un siglo de existencia, partió de seis equipos fundacionales y ha llegado a los actuales 1.356 con un total de 26.000 licencias

El presidente, Maximino Martínez -sentado, tercero por la izquierda-, con los empleados de la Federación. Abajo, la primera directiva. lne

Este 2015 es un año especial en el fútbol asturiano, que, con independencia de lo que pueda suceder con las opciones de ascenso de Sporting y Oviedo, ya viene celebrando como se merece el primer siglo de existencia de la Federación territorial. Exactamente se cumplirá el 9 de diciembre, aunque los actos conmemorativos comenzaron en enero pasado y se prolongarán aún varios meses más. El organismo que preside Maximino Martínez ha confeccionado un programa muy cuidado en el que puede decirse que prácticamente no falta de nada. El partido que a primeros de septiembre jugará la Roja en el Carlos Tartiere -contra Eslovaquia- será lógicamente uno de los eventos más multitudinarios, aunque también cabe resaltar por su importancia el congreso de médicos deportivos, el de entrenadores o el homenaje a los directivos del fútbol modesto. Todo el centenario está animado del propósito de que el aficionado se sienta partícipe de la efeméride, que en enero arrancó en la Laboral con una concurrida Gala televisada y que actualmente tiene en marcha una exposición itinerante por la geografía regional. Por cierto, que hasta el 5 de junio se puede visitar en la plaza de abastos de Pola de Siero; pasará después por Pola de Lena, Avilés y Gijón para finalizar en Tineo.

Esta interesante muestra, titulada "Cien años de fútbol en Asturias", pone al alcance del público los datos fundamentales sobre la génesis y desarrollo del fútbol en nuestra región. Y también posibilita el acercamiento a la figura de los pioneros, a aquellos primeros directivos que con no pocas dificultades -entre las que no faltaron discrepancias internas- fueron capaces de impulsar una iniciativa que culminaría en éxito. Tanto, que ahí sigue transcurrido ya un siglo.

A propósito de discrepancias internas, no está de más recordar que precisamente superándolas fue como llegó a crearse la Federación que ha pervivido hasta nuestros días. Anteriormente hubo otra, también constituida en Gijón, pero que tuvo vida efímera por cuanto que sólo duró de 1913 a 1915. En algún otro Episodio ya he recurrido a la documentada "Historia del deporte asturiano" de Melchor Fernández Díaz (editada por Ayalga en 1977), y de nuevo me permito traerla a colación. Melchor explica perfectamente el proceso por el que el primer organismo se disolvió para dar paso al que acabaría prosperando: "Impulsada por el Sporting se creó en 1913 una Federación Asturiana, cuyo primer presidente fue el médico Cayetano Población, pero los recelos de los clubes fundadores se resistieron a someterla a la disciplina de la nacional y le dieron un carácter autónomo, suficiente para cubrir las necesidades de un fútbol asturiano que aún era autárquico, con la casi única excepción del Sporting. De nuevo este club actuaría como impulsor del cambio cuando la Federación Española le situó ante el dilema de quedar aislado del fútbol nacional o inscribirse en una Federación sometida a la disciplina de Madrid, que bien podía ser la Centro o una Asturiana de nuevo cuño que estuviera dispuesta a integrarse en la Española. El Sporting comenzó entonces una labor negociadora con otras entidades asturianas y logró que el 9 de diciembre de 1915 los representantes de seis clubes firmasen el acuerdo fundacional de la Federación Regional Cantábrica de Fútbol, de la que fue elegido presidente el representante del Sporting, Fernando Fernández Quirós. En la reunión habían estado presentes también Bernardo de la Puente (Sporting), Indalecio Bernaldo de Quirós (Deportivo Ovetense), Alfonso Galé (Stadium avilesino), Alfredo Sirgo (Gijón Foot-ball Club), Miguel Blanco y Aurelio Gontayer (Racing Club)". Queda claro que el Sporting tuvo que ganar voluntades para poner en marcha una segunda federación que, esta sí, al estar afiliada a la Española permitiría al vencedor del campeonato regional intervenir luego en el nacional. El 28 de septiembre de 1916 se confeccionó el calendario del Campeonato de Asturias, que arrancó el 22 de octubre. El gran favorito, el Sporting, se proclamó vencedor, pero a diferencia de lo que había ocurrido en 1914 esta vez obtenía el pasaporte para acudir al Campeonato de España. Debutaría en 1917 con apretada derrota en El Molinón (0-1) ante un grande de entonces como el Arenas de Guecho. Ese mismo año llegaría lejos en la Copa del Rey, siendo precisamente el conjunto arenero el que lo apeó en semifinales.

De la determinación y el rigor con que los fundadores de la Federación abordaron su nuevo estatus da cuenta una noticia que hemos rescatado del diario gijonés "El Noroeste". En su edición del domingo 12 de diciembre de 1915, es decir, tan sólo tres días después de crearse la Federación, se informaba de la suspensión de un partido amistoso programado para ese día entre el Gijón Foot-ball Club y el Academia Ojanguren ovetense. La razón, que el equipo capitalino no estaba federado. Firmaba la información M. Monasterio, que días después daba cuenta de otro amistoso acordado por el Gijón FC para el día de Navidad y al que no se ponía objeción alguna. En esta ocasión el oponente era el Racing de Sama, club, por cierto, que con gran celeridad se había afiliado a la nueva federación mediante un telegrama. El encuentro se jugó efectivamente en Gijón el día 25 y como nota curiosa en él se recaudaron 90 pesetas que fueron entregadas a una institución benéfica, a las Hermanitas de los Pobres.

Para últimos de año la naciente Federación ya contaba con once clubes, al añadirse a los seis anteriormente citados el Titanic de Laviana y los gijoneses Santa Lucía, Athletic, Gimnástica Española y Fortuna. En marzo de 1916 se afiliaban el Club Siero y el Shooting de Gijón y poco después lo hacían el Hispania de Gijón, el Litting de Oviedo y la Sportiva Gijonesa. Se les fijó una cuota anual de 30 pesetas a los de primera categoría y de 15 a los de segunda.

La Federación se dotó en 1916 de un comité de árbitros -está próximo por tanto a cumplir su propio centenario-, con lo que completaba así la infraestructura suficiente para poner en marcha el campeonato regional. Otra novedad de ese año fue la ampliación del ámbito territorial a Cantabria, cuyos clubes por decisión de la Española abandonaron la Federación Norte en la que estaban agrupados con los vizcaínos para unirse a los asturianos. En 1918 volverían a la Norte, con lo que la territorial asturiana quedaba integrada momentáneamente sólo por equipos del Principado. De 1919 a 1933 y de 1941 a 1952 la Federación extendió su ámbito de influencia más allá de los límites regionales al agrupar también a clubes de León, Zamora, Burgos, Santander y Salamanca. Hasta esos años 50 se denominó Federación Astur-Montañesa. Desde 1952, año del que data el último cambio, sus competencias se ciñen como ahora a la geografía asturiana.

Cien años dan para mucho, y por eso la Federación hubo de hacer frente a numerosos avatares. Entre los peores se cuenta una inundación sufrida en sus instalaciones gijonesas, en la que se perdieron actas y otros documentos. Durante la Guerra Civil también se extraviaron algunos trofeos, siendo particularmente sentido el del Campeonato de España de regiones, una copa que la selección asturiana ganó en 1923 tras imponerse por 1-3 a Galicia en la final jugada en Vigo. Ya hace años que la Federación indaga sobre su paradero, pero sin resultado por ahora. Como quiera que los combinados de Vizcaya, Cataluña y Madrid conquistaron también ese trofeo, no se descarta que como última opción se pueda hacer una réplica. Cabe recordar que aquella Copa de 1923 la ganó una formidable generación de futbolistas que capitaneaba Manolo Meana, más tarde entrenador del Sporting, del Oviedo, seleccionador nacional y director de la Ciudad Deportiva del Real Madrid. Del combinado formaban parte otros destacados rojiblancos como Bango y Corsino, mientras que en la aportación ovetense descollaban el portero Óscar y el ariete Zabala, éste autor de los tres goles de la final.

Sin que perdamos del todo las esperanzas de que se dé con la copa original de 1923, hay que señalar que en la muestra que estos meses viaja por el Principado no faltan trofeos con su propio historial destacado. Uno de ellos es el de la Copa de Regiones UEFA, que el combinado asturiano conquistó en 2002 tras imponerse por penaltis a la representación de Euskadi en la final disputada en Alcalá de Henares. Un formidable equipo aquel que confeccionó Miguel Ángel Baragaño, quien además se vio limitado por el reglamento a seleccionar únicamente jugadores que militasen en Tercera División o categorías regionales. No sólo fue campeón de España, sino que en la fase europea terminó entre los cinco primeros. Son de destacar asimismo los dos títulos nacionales de la selección juvenil (en 1994 ante Cataluña y en 2009 frente a Castilla y León, con Echevarría y Jaime Leiva como respectivos seleccionadores), el de la cadete con Eloy Olaya al frente, y especialmente los ¡ocho! campeonatos de España que ya han conseguido los benjamines asturianos, un auténtico fenómeno sin precedentes en el fútbol nacional y el mejor exponente de la atención que se presta a la cantera. Hasta en la categoría femenina, donde tanto se nos resistía el primer título, se alcanzó por fin el éxito con el Campeonato de España conseguido hace hoy justamente un mes por la selección alevín de fútbol 8. Las peques de Toña Is hicieron un torneo modélico y en la final de Tarragona dieron la gran sorpresa al superar por 1-0 al potente combinado de Madrid.

Son precisamente éxitos como los anteriores, admirables de por sí y máxime en una comunidad uniprovincial, los que le sirven de acicate al presidente de la Asturiana cuando se ve en la necesidad de defender al fútbol de base. Maximino Martínez Suárez, en el cargo desde 1994, ha librado muchas batallas y a veces hasta en más de un frente. Así sucede precisamente este señalado 2015, en que ha sido de los primeros en expresar su disconformidad con la denominada ley de Emprendedores, la que dispone que los clubes deportivos, incluso los más modestos, coticen a la Seguridad Social por sus monitores y técnicos. La medida resulta incomprensible para el dirigente, quien argumenta que "la importante función social que cumple el deporte debería dispensarnos de esa carga impositiva". Maxi planteó un paro de protesta para el pasado 8 de febrero y la asamblea federativa le respaldó. Se sumaron luego otras territoriales, hasta un total de 16 de las 19 del país, lo que se tradujo en el plante de más de medio millón de futbolistas. Palabras mayores. "No damos por perdida la batalla", sostiene el mandatario, que por otra parte se congratula de una segunda reivindicación fiscal que tuvo muy mal cariz pero que se ha resuelto gracias a la comprensión del Principado. Se trata de las llamadas loterías familiares, ya autorizadas y de las que destaca que "suponen una apreciable ayuda para las maltrechas economías de los clubes".

En este intenso 2015 Maxi puede congratularse también de otra buena noticia. Y además de notable repercusión para el futuro de la entidad. Se trata del reciente acuerdo por el que el Ayuntamiento gijonés cede a la Federación un terreno de 3.000 metros en Roces para que levante la futura sede federativa. "Diez años llevábamos detrás de esa escritura", recuerda el dirigente, que se muestra agradecido a Carmen Moriyón, la alcaldesa que ha puesto su firma en el documento de cesión. Según los términos del acuerdo la Federación dispone de hasta tres años para iniciar las obras y de otros dos para terminarlas. "Lo previsto es que hacia 2020 estrenemos la nueva casa al lado de los campos de Roces", avanza Maxi, quien ansía ver agrupados en un mismo edificio oficinas federativas, comités y escuelas de árbitros y de entrenadores y Mutua de futbolistas. No oculta que el proyecto implicará que la Federación tenga que desprenderse de parte de su patrimonio, señalando que "seguramente tendremos que vender el actual local de la avenida de la Constitución y el del comité de árbitros de fútbol sala", mientras que estima que conservarán los campos de Tudela de Agüeria y por supuesto los de Roces. Recuerda por otro lado que el local del comité de árbitros en la avenida de la Costa sigue siendo propiedad de la Federación Española.

A la altura de este centenario Maxi se siente presidente de una Federación consolidada desde sus 26.000 fichas y 1.356 equipos. Que cuenta con un patrimonio que se ha incrementado de forma notable durante sus mandatos, y mueve un presupuesto anual de 1,9 millones de euros "al que la Española contribuye con un 68 por ciento", según quiere resaltar como muestra de gratitud a Ángel María Villar. Destaca asimismo el importante capital humano que suponen sus trece empleados, "que hoy tienen la tranquilidad de cobrar regularmente cuando años atrás no era así". Maxi, que hace el presidente número 18 del organismo federativo y que se declara "orgulloso de ser el dirigente del centenario", opina por último que el fútbol "es un fenómeno social ya imparable". Por descontado que ve a la Federación Asturiana cumpliendo un segundo centenario e, inclusive, se anima a expresar un deseo para quien la presida allá por el año 2115: "Que tenga la misma suerte que he tenido yo al aglutinar a los cuatro estamentos de jugadores, árbitros, directivos y entrenadores; es el mejor modo de que todos se sientan federación y básico para que haya unidad y armonía".

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