En el fútbol base existe un nutrido grupo de entrenadores con un gran currículum detrás, técnicos modestos cuyo bagaje refleja su valía en los banquillos. Y aquí hay uno de ellos. Se trata de Abel Pablo Fernández Pardo (Oviedo, 1981), técnico del equipo juvenil de Liga nacional del Vallobín, entidad a la que llegó en 2011 y con la que ya acumula tres ascensos, todos consecutivos.
Abel recaló en el Vallobín en la temporada 2011-12. Se puso al frente del conjunto cadete, que por aquel entonces militaba en Segunda. Cogió al equipo a mitad de temporada y consiguió el ascenso a Primera. En la temporada siguiente, Abel tomó las riendas del Segunda juvenil y logró sumar otro éxito para él y para el Vallobín: el ascenso a Primera. Como quería más, en la campaña 2013-14, el entrenador ovetense llevó al juvenil a Liga nacional, algo histórico para el club ovetense, que nunca había tenido a un equipo en esa categoría. Así, Abel consiguió con el Vallobín tres ascensos consecutivos, a los que hay que sumar los que logró en su periplo como entrenador en Galicia, donde sumó otros tres saltos de categoría. En Vigo, donde vivió varios años, entrenó al Travesía de Vigo y a la Sociedad Atlántida de Matamá.
A Abel no le gusta presumir ni hablar de sí mismo. Prefiere estar en un segundo plano. No en vano, asegura que los éxitos de un equipo son "un 5% culpa del entrenador y un 95% del grupo". Puede ser, pero lo que está claro es que el joven técnico ovetense ha sabido dirigir a sus equipos y llevarlos a lo más alto. Y ahí están los resultados. En la actual campaña, el conjunto de Liga nacional inició la temporada con el objetivo "de pelear por la permanencia". Y lo logró. Es más, "creo que hicimos una muy buena temporada". Y es que en su primera temporada en la categoría, el primer juvenil del Vallobín terminó séptimo en la tabla.
Pero, ¿cómo es Abel como entrenador? "Soy exigente, me gusta la disciplina y el trabajo serio. Si se viene a entrenar, se entrena", asegura el técnico, que combina su labor en los banquillos, con su trabajo profesional y su familia. Sus referentes, Benítez y Mourinho. "Sí, me gusta consolidar la parcela defensiva y salir a la contra", explica. Abel también quiere destacar a Alejandro Robles, "el mejor técnico al que yo vi entrenar".
Quienes quizás mejor conocen a Abel son sus propios jugadores. Mohamed lleva cuatro años a las órdenes del entrenador ovetense. "Para mí es el mejor", dice. A su lado, Diego, que acumula dos temporadas con Abel, añade que "es un loco del fútbol". En este sentido, Gardel, que suma tres campañas con el entrenador del Vallobín, indica que "es un apasionado de este deporte". Y Alberto, que cumple su primera temporada en el club, también se deshace en elogios hacia su entrenador. "Es el mejor técnico que he tenido nunca", apunta.
Mohamed, Diego, Gardel y Alberto forman el póker de capitanes del Liga nacional. Los cuatro coinciden en una opinión. "Abel es muy exigente", cuentan. Ahora, la campaña ya ha llegado a su fin y es hora de descansar y empezar a planificar la próxima temporada. "Si nos llegan a decir al principio que íbamos a acabar la temporada así, no nos lo creemos", subraya uno de los capitanes, que señala como clave "la regularidad" del equipo. Una regularidad que empieza desde el banquillo y termina en cada uno de los jugadores que forman la plantilla del Liga nacional del Vallobín, un club "en el que estoy muy a gusto y donde se trabaja muy bien", indica Abel, que se muestra muy orgulloso de sus jugadores y de la temporada que han realizado en una categoría desconocida para muchos de ellos.
Así es Abel, un apasionado del fútbol, un coleccionista de ascensos, un apodo que a buen seguro le estará despertando una sonrisa al leerlo. Ahora, toca pensar en nuevos retos.
