Oviedo, Celso A. SANJULIÁN

Sólo va una semana de trabajo de los oviedistas y ya comienzan a hacerse conjeturas acerca de cómo se empleará tácticamente el equipo en la recién estrenada categoría de Segunda B. Poco se ha visto en los partidillos de estos días, pero al menos sí se atisba que Raúl González sopesa repetir el dibujo táctico que tantos éxitos le deparó la pasada temporada.

El técnico avilesino es de los que han contribuido a seguir desmontando la teoría de que alinear un solo delantero específico es síntoma de planteamiento conservador. El Oviedo de la triunfal temporada 2008-09 se empleaba por lo común con un sistema de 4-2-3-1, y fue un equipo muy goleador (100 tantos en Liga).

Aunque para varios de los puestos han llegado nuevos deportistas, sabemos que el entrenador azul es partidario de continuar con la misma ocupación de espacios: cuatro defensas, dos pivotes, una línea de tres y un delantero específico.

Con Aulestia e Iván como porteros, para su protección cuenta Raúl con siete defensas. El flanco teóricamente más susceptible de reforzar es el derecho, donde por ahora sólo figura el renovado Rubén González. Sin embargo, no puede perderse de vista que Gonzalo o el recién incorporado Jorge Rodríguez pueden adaptarse a ese lateral diestro. Para el centro cuenta con la dupla que se consagró la pasada campaña, Dani Hedrera y el ya citado Gonzalo, además del ex pontevedrés Jorge. Y en la izquierda Invernón y otro de los fichajes, Javi Barral, serán los encargados de salvaguardar la zona.

En el doble pivote continúan tres efectivos de la pasada campaña, el creativo Curro y los defensivos Mario Prieto y Pelayo, a los que se une el ex culturalista Rubén García, un futbolista con clase y buen desplazamiento de balón que llega con inmejorables referencias.

Más adelante se sitúa una de las líneas clave del equipo, la línea de tres o de creación. Demarcación fundamental, de lo que suceda en ella depende gran parte del rendimiento ofensivo del equipo. Si el Oviedo logra mandar ahí, será un conjunto con peso específico en ataque, con todo lo que ello implica de cara al marcador.

De la tripleta de enlace se espera que aporte último pase e inclusive gol si la oportunidad se presenta propicia. Y asimismo que tenga opción a resolver en lanzamientos de falta. Casi nada. De ahí el importante papel que tendrán en el equipo futbolistas veloces como Jandro y Villanueva; o con tan buena visión de juego como Manu Busto y Nacho Méndez; o un excelente pasador como Iván Ania, bien dotado también para anotar en saques de falta.

En vista de la conocida velocidad y de la técnica de los antes citados, se comprende la importancia que tendrán en la capacidad ofensiva del equipo. Porque además es que no sólo definirán si pueden, sino que habrán de canalizar juego hacia el punta específico. Dos recién llegados, el espigado Miguel y el rápido Rayco, son las bazas disponibles para ese puesto de hombre-gol; un puesto de auténtico compromiso que requerirá de remate y de movilidad.