Gijón, J. J.

En la historia del Gijón Baloncesto hay muchas fechas señaladas, muchos nombres que no pueden caer en el olvido, anécdotas, victorias, derrotas, alegrías y decepciones. En la memoria colectiva de los aficionados al baloncesto a buen seguro perdurará el paso de algunos jugadores por la cancha del pabellón de La Arena y, posteriormente, por la del Palacio de los Deportes, o aquella victoria sobre el Real Madrid el día de Reyes de 1996, o la racha de la temporada 1999-2000, en la que el conjunto gijonés doblegó a Barcelona, Joventut, Estudiantes y Pamesa.

Las generaciones que se apuntaron al baloncesto hace poco seguramente no han oído hablar de jugadores como Harstad, Mofett, Lolo Solís, Evaristo Blázquez, Kenny Perry, Antonio Campoamor, Phill Stinnie, Pepe Calvelo y tantos otros de la primera época del club. Muchos tampoco sabrán que el Gijón Baloncesto jugó una temporada en el Pabellón de las Naciones de la Feria de Muestras o de que una página web de carácter pornográfico estuvo a punto de patrocinar al equipo. Son historias de un club que se fundó en 1982 para evitar la desaparición del baloncesto en Gijón y que desgraciadamente en 2009 está a punto de echar el cierre dejando la ciudad en una situación peor de la que se encontró.

La trayectoria del Gijón Baloncesto en la temporada 1995-96, la primera de su historia en la ACB, no estaba siendo muy buena. La plantilla que había ascendido se renovó totalmente, pero la formada era la más barata de la categoría: James Blackwell, Roberto Carvajal, «Vallecas» Hernández, Pere Capdevila, Pablo Noguero, José María Silva, Joaquín Arceaga, Sergio Cortés, Glen Whisby, Julián Ortiz y Brad Sellers, que llegó como sustitución de Kevin Holland y que, a su vez, fue sustituido por Michael Smith, un tirador que sólo jugó las seis últimas jornadas, pero que de haber llegado antes el devenir de la temporada probablemente hubiese sido otro. En el banquillo seguía McCammon, que fue cesado a finales de 1995 y sustituido por un entrenador de gran experiencia, como era Iñaki Iriarte.

El día de Reyes de 1996 visitaba el Palacio de los Deportes el Real Madrid, dirigido por Zeljko Obradovic, y con una plantilla en la que militaban, entre otros, Joe Arlauckas, Nikola Loncar, Antúnez, Pablo Laso, Juan Antonio Morales, Isma Santos, Zoran Savic o Mike Smith (no confundir con el que posteriormente jugó en el Gijón Baloncesto esa misma temporada). Dadas las trayectorias de ambos clubes, los madrileños esperaban una cómoda victoria, pero se encontraron con un rival que jugó su mejor baloncesto en muchos años y la victoria se quedó en casa, 76-74, ante 6.500 aficionados que disfrutaron de lo lindo. Para muchos de ellos fue el mejor regalo de Reyes.

Los que pasaron por el Palacio

Veintisiete años dan para mucho, y aunque el Gijón Baloncesto sólo estuvo cuatro en la ACB, fue tiempo suficiente para deleitar a los espectadores con la presencia de algunos de los mejores jugadores fuera de la NBA. Unos vinieron cuando eran jóvenes promesas como Pau Gasol, Navarro, Raúl López, Carlos Cabezas, Felipe Reyes o Calderón. Otros ya eran figuras contrastadas: Jordi Villacampa, Carlos Jiménez, Djordjevic, Alberto Herreros, Jorge Garbajosa, Marcelo Nicola, Perasovic, Jasikevicius, Karnisovas, Oberto, Elmmer Bennet, Nocioni, Tomasevic o Pablo Prigioni. Por el pabellón de La Arena pasaron, entre otros, Mike Smith, Ray Smith y Vladimir Tkachenko. En la foto, Whisby, Scola y Dueñas.

Tras varios años en la segunda categoría nacional, el Gijón Baloncesto, de la mano del tándem de los Monchos, Moncho López y Moncho Fernández, volvía a ascender a la ACB. En la temporada 1999-2000 uno de los primeros equipos en visitar el Palacio de los Deportes fue el Barcelona de Aíto García Reneses, en el que empezaban a dejarse ver jugadores como Juan Carlos Navarro y Pau Gasol, y en el que el peso de los partidos lo llevaban Nacho Rodríguez, Rodrigo de la Fuente, Roberto Dueñas, Milan Gurovic, Efthimios Rentzias, Derrick Alston o Alain Digbeu.

Moncho López tenía a sus órdenes a Óscar Cobelo, Álex Escudero, José Ramón Esmorís, «Pancho» Jasen, Tomás Jofresa, Javier Pérez Iniesta, Óscar Rodríguez, Luis Scola, Glenn Whisby y Óscar Yebra. Hubo cambios entre los americanos. Se fueron Miroslav Peckarski, prácticamente inédito, y el propio Whisby, llegando Terquin Mott y Jackie Espinosa.

El partido acabó con victoria gijonesa por 79-69, en un partido en el que brillaron especialmente Scola (14 puntos), Jofresa (18) y Yebra (14).

Pero ésta no fue la única sorpresa protagonizada por el entonces Cabitel Gijón a lo largo de la temporada, ya que también cayeron el Estudiantes (72-69), el Joventut (72-63) y el Pamesa Valencia (78-76).

Esa misma temporada, en un desplazamiento masivo de aficionados a León, en pleno temporal de nieve, el Cabitel Gijón sufre una de las mayores humillaciones de su historia. Pierde por 43 puntos de diferencia (102-59) ante un equipo de un nivel muy similar.

En resumen, el Gijón Baloncesto jugó 144 partidos en ACB, con 37 victorias y 107 derrotas, 10.737 puntos a favor y 11.775 en contra. Su victoria por mayor diferencia fue ante el Canarias (104-77) en la temporada 2001-02, y la derrota más abultada la mencionada en León. La ACB cuenta con tan sólo seis vencedores diferentes: Real Madrid, Barcelona, Manresa, Tau Vitoria, Joventut y Unicaja. Pues bien, en sólo cuatro temporadas el Gijón Baloncesto ganó a cinco de ellos, sólo el Unicaja se le ha resistido.

Tras varias temporadas en distintas categorías y con jugadores de mayor o menor nivel, el Gijón Baloncesto se hace en la temporada 1991-1992 con un ala-pívot que marcaría un punto y aparte. Se trataba de un «rookie» procedente de la Creighton University Bob Harstad que llegaba avalado por unos excelentes números, 22,2 puntos y 8,8 rebotes. Harstad era el cuarto hombre de su Universidad que superaba los 2.000 puntos y 1.000 rebotes en toda la historia de esa conferencia. Los tres anteriores habían sido nada menos que Larry Bird, Xavier McDaniel y Oscar Robertson. El estadounidense se adaptó rápidamente a la ciudad y al equipo y se convirtió en un ídolo para la afición. En la primera parte de la temporada firmó una media de 25 puntos por encuentro, pero se lesionó y el equipo lo acusó, y, aunque se clasificó para los «play-off» de ascenso, no pudo ser.

La primera cancha en la que jugó el Gijón Baloncesto fue en el pabellón de deportes de La Arena en el que la afición arropaba perfectamente al equipo. Los llenos estaban asegurados porque el aforo era menor que el que demandaban los seguidores y en determinados encuentros puede decirse que literalmente no entraba ni un alfiler. En la memoria de los aficionados está una visita del entonces Caja Rionda, hoy Unicaja, en el que la pareja de extranjeros eran Mike y Ray Smith, que formaban una pareja desequilibrante para todos los rivales. Ambos tuvieron una larga y fructífera carrera en la ACB.

La Arena era ya de aquélla un pabellón vetusto y tuvo que ser remodelado, lo que creó un problema al club y al Ayuntamiento, porque aún no se había construido el Palacio de los Deportes. Por ese motivo el Gijón Baloncesto jugó una temporada en una improvisada cancha que se construyó en el pabellón central de la Feria de Muestras.

A finales de 1992 el Palacio de los Deportes se hizo realidad y, tras la inauguración oficial con un concierto del tenor italiano Luciano Pavarotti, el Gijón Baloncesto lo estrena en un partido ante el Elosúa León, si bien su primer partido oficial fue ante el Monte Huelva, al que venció por un claro 81-69.