Oviedo, Á. F.

Echó el resto para salvar a Tolo Calafat de las garras del Annapurna, pero ni siquiera pudo encontrarlo para tenderle la mano y aplicarle sus conocimientos de médico. Cuando la muerte del mallorquín era todavía una posibilidad y no una certeza, el asturiano Jorge Egocheaga y el zamorano Martín Ramos, ya protagonizaron otro rescate. Encontraron a un sherpa con edema cerebral, aturdido camino de la muerte. Lo ayudaron a llegar al campo II, según cuenta el doctor Morandeira, el médico que permanece en el campo base, impresionado por el poderío de los dos montañeros. Al día siguiente el ovetense subiría al helicóptero que buscó sin éxito a Tolo Calafat.

«Jorge y Martín parecen de otra galaxia», dice el Morandeira. «La gente fue llegando al campo IV destrozada, con edemas pulmonares, congelaciones, ellos todavía iban a bajar al campo II ayudando al sherpa».

Lo certifica la notaria del Everest, Elizabeth Hawley, que elogia cómo concibe el ovetense la montaña. «Con seguridad y ayudando a los demás».

A última hora de ayer, por otra parte, los dos sherpas de Oiarzabal y Pauner que rehusaron bajar como ellos colgados del helicóptero llegaron al campo base.