La mitad de los campeonatos de Liga ha tenido campeón en la última jornada. Lo que sucede en ésta no es excepción, ni hecho esporádico. En el primer torneo, en 1929, Barcelona y Madrid ya se jugaron el título el último día. Entonces se proclamó campeón el equipo barcelonés. Barcelonistas y madridistas han sumado cincuenta victorias entre los setenta y ocho campeonatos disputados.

Para que el Barça fuera campeón en la primera Liga fue preciso que después de haber acabado a cinco puntos del Madrid en la primera vuelta, entonces jugaban diez equipos, hiciera gran remontada. En la penúltima jornada el Barça empató con el Español. El Madrid, que había sido vencido por el Barça en Chamartín, en la jornada final perdió en San Mamés por 2-0. El equipo barcelonés venció ese día al Real Unión de Irún por 4-1 y empató a puntos con el equipo madrileño. Pero le quedaba un partido por disputar. Ganó al Arenas de Guecho y obtuvo su primer galardón. En el tercer torneo quedaron empatados a 22 puntos Athletic, Racing y Real Sociedad. Los bilbaínos perdieron el último partido en casa con el Real Unión (0-4), pero fueron campeones.

La proclamación del vencedor en el último momento ha sido una constante desde el comienzo aunque, naturalmente, solamente son recordados hechos cercanos y que tuvieron gran repercusión mediática. El Barcelona, dirigido por Johan Cruyff, ganó cuatro Ligas seguidas. La primera lo hizo con autoridad. El bautizado «Dream Team» venció brillantemente. Las tres siguientes fueron regalos. Dos de ellas las perdió el Madrid.

En Tenerife iba para campeón y fue derrotado. Fueron dos caídas consecutivas, y en el mismo escenario, con Jorge Valdano de entrenador en el banquillo isleño, que permitieron al Barça seguir sumando. En la tercera ocasión fue el Valencia el que le dio el título. Jugaba en Riazor y el Deportivo tuvo en sus manos el triunfo. El penalti que lanzó, y que de haber sido gol le habría proporcionado el campeonato, lo detuvo el valencianista González, jugador que desde entonces fue perseguido con saña. Djukic fue el encargado de lanzar aquel penalti porque Bebeto no se atrevió. Curiosamente Djukic acabaría en el Valencia.

Hay títulos conocidos como «el del teléfono» porque entonces no existían las transmisiones de los partidos por las cadenas radiofónicas y la solución final se daba telefónicamente y tras grandes demoras en la petición de las conferencias. Como en la temporada 1946-47, en la que se vivió uno de los acontecimientos más interesantes de la época. A la jornada final llegaron con posibilidades de vencer Athletic, Atlético y Valencia por este orden. Los bilbaínos llegaron líderes a la última jornada. En Riazor, Zarra marcó tres goles, pero venció el Deportivo. El Atlético perdió en casa con el Madrid y el Valencia goleó en Gijón al Sporting (1-6) y fue campeón. Lo supo telefónicamente.

El Valencia también fue protagonista en la temporada 1970-71 de una final de infarto. Entrenado por Alfredo di Stéfano llegó líder a la ultima jornada, pero jugaba en Sarriá y en el Calderón se enfrentaban Atlético y Barcelona, también con opciones. El Valencia ganando, empatando y hasta perdiendo podía ser campeón. Los otros dos no podían serlo por sí mismos. Tenía que perder el Valencia. Los jugadores el Espanyol percibieron la mejor prima de su vida. Cobraron de Atlético y Barcelona porque cumplieron con su obligación y vencieron al Valencia. Pero Atlético y Barcelona empataron y el triunfo del Espanyol no les valió de nada.

En la cuenta de títulos ganados in extremis tal vez el período más emocionante fue el que va de las campañas 1979-80 a la 1983-84. El la primera fue campeón el Real Madrid, que superó en un punto a la Real Sociedad. Los donostiarras perdieron con el Sevilla, equipo muy primado pese a la prohibición de estos hechos. El argentino Bertoni recibió de manos de la esposa de un jugador del Madrid, en el aeropuerto de Barajas, el dinero prometido.

En la temporada siguiente acabaron empatados a puntos y la Real logró la victoria con el gol de Zamora en El Molinón a falta de segundos. Al año siguiente, la Real le sacó dos puntos al Barcelona. En las dos posteriores fue campeón el Athletic. En ambos torneos fue segundo el Real Madrid. En el primero la diferencia fue de un punto y en el segundo hubo empate a 49. El Barça quedó tercero con 48. En la ganada por la Real en la campaña 81-82 derrotó en Atocha en el último partido al Athletic. En la 83-84, el Athletic venció al Real en San Mamés en el encuentro final. Aquí se adelantó la Real con gol de Uralde y jamás se ha repetido un silencio igual en la Catedral.

Las Ligas decididas por la mínima son una constante de la competición. Así, el Barcelona ganó al Madrid en la campaña 1959-60 por diferencia de goles y el Madrid al Barcelona en la 2006-07. Esta vez, como marca la tradición y si todo se sujeta a la lógica, de nuevo la diferencia será de un punto.