Langreo,

H. NÚÑEZ

A grandes males, grandes soluciones. Esto es lo que debió pensar el domingo el entrenador del Unión Popular de Langreo cuando durante el encuentro ante el Gijón Industrial Borja Fernández pidió el cambio, al padecer problemas musculares. El técnico se quedaba sin uno de sus dos pivotes, pues en la previa ya se había lesionado de gravedad el tercero, San Eloy. El lavianés sólo contaba con Alonso y el equipo parecía que se quedaría «cojo» en la medular, pero, para sorpresa de aficionados y los propios jugadores, Suárez dio entrada a Asenjo en el lateral zurdo y Manolo, habitual titular en esta demarcación, pasó a ser el acompañante del gijonés en el mediocentro.

Un «invento» que le salió a la perfección al entrenador. El Langreo venció por 1-0 al Industrial, sumando su tercer triunfo consecutivo y, además, se ganó a un nuevo mediocentro.

El entrenador reconoció que «la prueba salió perfecta. Manolo hizo un gran papel en esta demarcación, lo que demuestra que puede ser una opción más para una posición en la que nos hemos quedado sin un efectivo para mucho tiempo».

El propio interesado reconoció que «me sentí muy cómodo; hombre, me falta asimilar varias cosas, pero, en general, creo que no estuvo mal».

Manolo es uno de los mejores carrileros zurdos de la categoría, pero ya antes había jugado en la medular. Es más, en los juveniles del Sporting ésta fue se demarcación habitual, lo mismo que en el filial rojiblanco o en el San Martín y en el Ribadesella, aunque «siempre en momentos puntuales, pero en juveniles era mi posición más normal; ahora ya estoy mucho más avezado a ser lateral, pero por el bien del colectivo jugaré donde el entrenador lo crea oportuno».

El domingo el Langreo tendrá una dura visita a Miramar ante el líder, el Marino, un partido «muy importante, donde podemos corroborar este buen momento de resultados que estamos atravesando» como reconoció el propio defensa gijonés.