Oviedo, Antonio LORCA

El montañero ovetense Jorge Egocheaga vuelve a echarse al hombro la mochila camino del Himalaya, donde buscará conquistar su duodécimo ochomil. El martes saldrá de Madrid con destino a Nepal, junto al zamorano Martín Ramos, para acometer el ascenso al Makalu, de 8.463 metros. Lo harán un año después del amargo ascenso al Annapurna, donde el alpinista y médico asturiano consiguió su undécimo ochomil, pero donde también sufrió la pérdida de su colega Toño Calafat.

Egocheaga y Martín Ramos saldrán el martes camino de Katmandú y de ahí volarán hasta Tumuncal, donde comenzarán la caminata de aproximación. Han organizado la expedición de tal forma que no estarán ni un solo día en Katmandú, evitando así el caos urbano de la capital. El tiempo calculado para llevar a cabo la ascensión oscila entre mes y mes y medio. La expedición va diez días más atrasada que la del Annapurna, por lo que tendrán que cumplir a rajatabla las fechas, que influyen de manera decisiva en uno de los factores más importantes en el Himalaya, la meteorología. «En un ocho mil y en día de cumbre se necesita buen tiempo porque el viento a esas alturas no para de soplar y las temperaturas son muy bajas; dependerá mucho de esa sensación de frío el que podamos o no hacer cumbre», reconocía Martín Ramos.

El Makalu es la quinta cumbre más alta del planeta. Para afrontarla Egocheaga y Martín Ramos, quien también lo acompañó en el Annapurna, tendrán que recorrer una ruta de aproximación que les llevará diez días hasta el pie de la cadena montañosa. Tras este recorrido, que tienen previsto iniciar el día 7, llegarán al campo base. Una vez allí, y tras ir subiendo campos aclimatándose a la altura, irán a por la cumbre por la ruta más habitual, con un recorrido muy largo, ya que tendrán que dar la vuelta a la montaña para llegar a la cara por la que se asciende hacia la cima. Un trayecto complicado que supondrá un gran desgaste para los montañeros. «Tiene 400 metros más que el Annapurna y a esas altitudes supone muchas horas y esfuerzo», señalaba Martín Ramos al presentar el pasado jueves en Zamora la expedición.

Egocheaga, que trata siempre de estar lejos de los focos, va camino de convertirse en el primer asturiano que logra los 14 ochomiles. Comenzó por el más alto, el Everest, en 2002. Luego vinieron K2, Cho-Oyu, Dhaulagiri, Manslu, Nanga Parbat, Gasherbrum I, Broad Peak, Gasherbrum II, Shusa Pangma y, por último, el Annapurna.

También ha demostrado el asturiano que no busca atajos: renunció a ser un «Leopardo de las nieves», título que acredita a aquellos alpinistas que logran coronar los cinco picos más altos de la antigua Unión Soviética. No estaba seguro de haber hecho cumbre en el último de ellos, el Somoni (7.495 metros), y devolvió a la Federación Rusa el diploma. Ahora, ante un nuevo reto, Egocheaga sólo espera disfrutar de lo que más le gusta: la montaña.