José Luis Díaz, «Xiel», ya es entrenador nacional. A los 63 años logró su sueño después de 27 temporadas ininterrumpidas en los banquillos, al superar las 15 asignaturas de que consta el curso que realizó en Gijón. «Hasta ahora me fue imposible sacar el título porque mi horario laboral me lo impedía, pero ya estoy jubilado y llegó mi ocasión», explicó. Xiel tuvo que trabajar duro para lograr su objetivo, pero dice que mereció la pena. «Estudié la tira, me levantaba a las seis de la mañana y estaba todo el día con los libros, pero estoy encantado del tiempo que le dediqué porque me gusta el fútbol y aprendí muchísimo. Aconsejaría a todo el mundo que entrena que pase por la escuela. Yo estoy orgulloso de lo que aprendí de los profesores».

El técnico de Pravia jugó al fútbol hasta los treinta años en el Praviano, Mosconia y Salas. Empezó a entrenar en juveniles en Pravia y el Praviano promesas (de Segunda regional) fue su primer equipo senior. Eso fue hace 27 años y desde entonces logró una veintena de ascensos, entre ellos a Tercera con el Praviano (seis), Mosconia y Narcea, a Segunda B con el Avilés (el último ascenso de los blanquiazules), y hace dos temporadas con el filial avilesino a Preferente, jugó dos liguillas de ascenso a Segunda B con el Hispano, y fue campeón de Tercera con el Marino el primer año que jugó la liguilla. «Son todo recuerdos imborrables, sobre todo los ascensos con el Praviano, pero mi mayor satisfacción fue subir con el Avilés a Segunda B en la temporada 2002-03. Aquel último partido en Santiago no se me olvidará mientras viva», señaló.

Xiel entrena esta temporada al Praviano, de Preferente, pero sigue muy de cerca los pasos del nuevo Avilés de Golplus, «al que le deseo mucha suerte en su intento por subir a Segunda B», sobre todo a los jóvenes valores, a los que tuvo a sus órdenes durante dos temporadas en el filial avilesino. «Son chavales con muchísimo futuro y están en el sitio adecuado para intentar ser alguien en el fútbol», comentó.

Y es que el técnico praviano confía plenamente en los cinco jóvenes valores que juegan o entrenan habitualmente con el primer equipo. De Ito (delantero), dice que lo tiene todo para triunfar. «Podrá tener más o menos suerte, pero lo tiene todo». Juanín, asegura, «fue de los futbolistas con más calidad con los que trabajé y de él dependerá el que sea futbolista o no». El medio Sergio es «el reloj del equipo y una esponja a la hora de escuchar al técnico. Es un jugador de equipo fundamental en cualquier club». El central Marcos, asegura, «tiene muchas cualidades y dependerá de su cabeza el que triunfe». El lateral Héctor «está llamado a triunfar porque es un jugador muy completo». Y el también central Samu triunfará «si los estudios no le comen todo el tiempo porque condiciones tiene».