Está todo parado, sentencian los más finos analistas del lugar, quienes, sin embargo, parecen despistados acerca de los planes más inmediatos que pueda tener el filtrador enmascarado. Está todo parado, salvo para Televisa, la cadena mexicana de televisión que acaba de hacer la oferta de la primavera, del verano y del otoño: millón y medio de euros para Mourinho y de las Alas Pumariño y para Pep Chanel Guardiola para que sean comentaristas de la Eurocopa. Los dos juntos, claro, que es lo que daría morbo a los análisis de ambos personajes. Estiarte, el asistente personal de Guardiola, ha confesado que el duelo con el Madrid del portugués resultó agotador. Ahora habrá que ver si los dos rivales se quieren encontrar en la cabina de la cadena mexicana, a la que no le faltan ni ideas ni dinero. En cuestión de días se sabrá si ambos aceptan la oferta, porque se entiende que han de aceptar los dos para que la cosa alcance el relieve pretendido.

Mientras, en territorios cercanos las buenas gentes rojiblancas no pierden la ocasión de sorprenderse. Por ejemplo, a cuenta de las valoraciones que se hacen de algunos jugadores de la plantilla rojiblanca. Hay quien se sorprende de que, al parecer, se vaya a pedir más por Barral que por De las Cuevas. Será que el gol está más cotizado que el resto de virtudes futbolísticas. La sorpresa se incrementa porque los responsables rojiblancos no esconden sus deseos de traspasar a los mejores jugadores del plantel, por lo que, dicen las buenas gentes, no se entiende la promesa de que no va a haber desmantelamiento. O una cosa o la otra. O ventas y, por tanto, desmantelamiento o mantenimiento de los puntales.

Lo que parece claro es que por más que se pretenda, no habrá colas de clubes que busquen rojiblancos desde Viesques a Jove. Como en el chiste de Pinón, maestrina, y gracies. Porque, damas y caballeros, los tiempos exigen mucho humor para sobrellevar el susto diario que recibe la sociedad cada mañana, cada mediodía y cada tarde. La angustia se hace insoportable, por lo que una vía de escape en forma de distensión es la más adecuada.

Entonces puede llegar en plan salvador la selección española, dirigida por Del Bosque, al que los más recalcitrantes llaman despectivamente el marqués. El seleccionador, que abandona muy pocas veces la prudencia, detecta un optimismo exagerado alrededor del equipo nacional. Será fruto de la necesidad de escapar de la realidad. Pero es cierto que a España le va mejor cuando no es favorita. De favoritismos ya fuimos sobrados en la última edición de la Liga de Campeones.

Claro que una selección que ha sido campeona de Europa y del Mundo no puede pretender llegar a una nueva competición escondida en el anonimato. El desafío para los de Del Bosque es enorme, porque nunca antes una selección logró tres títulos consecutivos. Por eso está bien que el seleccionador haga continuas llamadas a la prudencia y que enfríe el quizá excesivo optimismo que rodea ahora a un equipo inigualable, pero no invencible. Ojo.