Oviedo, Mario D. BRAÑA

Hasta la víspera de los Juegos de Pekín se daba por seguro que el primer olímpico asturiano había sido Pedro Pidal y Bernaldo de Quirós, marqués de Villaviciosa. El Comité Olímpico Internacional (COI), tras estudiar minuciosamente los caóticos Juegos de París 1900 concluyó que el segundo puesto de Pidal, en tiro de pichón, no formaba parte del programa olímpico, sino de la Exposición Universal. De esa forma el honor pasaba a Jesús Suárez Valgrande, participante en los Juegos de Invierno de 1936. Pero las últimas averiguaciones conceden la condición de pionero a Nemesio Martínez Hombre, un jinete piloñés que compitió en París 1924.

En la página web del Comité Olímpico Español (COE) aparece la ficha de Martínez Hombre como miembro del equipo español de hípica que logró diploma en los Juegos de París 1920 (octavo puesto), además del decimosexto en el concurso individual. Pero el COE no concreta el lugar de nacimiento, un extremo que aclara Fernando Arrechea Rivas en su blog «Olimpismo». Según este estudioso del olimpismo, Nemesio nació en Infiesto el 21 de marzo de 1897, hijo de Nicolás Martínez Agosti y María Hombre Chalbaud.

Una sobrina del jinete, Elena Martínez Hombre, aportaba datos de primera mano en la biografía que publicó en 1999 en la revista «Piloña», de la Asociación Cultural Pialonia. Nemesio era el cuarto de ocho hermanos, que se trasladaron a Madrid por motivos de estudios, aunque sin perder el contacto con Infiesto. Allí fue donde Nemesio empezó a mostrar su pasión por los caballos, que le llevó a ingresar con 16 años en la Academia de Caballería de Valladolid. Sus progresos como jinete fueron talesque en 1921 fue nombrado profesor de la Escuela Nacional de Equitación Militar.

Habitual del equipo olímpico español, contribuyó al octavo puesto en los Juegos de París-1924 como parte del cuarteto completado por José Alvarez de Bohórquez, José Navarro Morenés y Emilio López de Letona. Con ellos podría haber pasado a la historia por la primera medalla de oro olímpica para España, lograda por el equipo de saltos en los Juegos de 1928. Nemesio Martínez Hombre no pudo acudir a Amsterdam debido a una lesión producto de una caída en vísperas de la competición.

Pese a todo, Martínez Hombre representó a España en 24 ocasiones, con resultados tan destacados como la medalla de oro de Italia y el primer premio de la Copa del Ejército Polaco, en 1926 en el Concurso Internacional de Niza, montando a su mejor caballo, «Zapatillero». Monárquico convencido, según relata su sobrina Elena, su vida y una prometedora carrera deportiva se truncaron el 26 de julio de 1936, pocos días después del comienzo de la Guerra Civil. «Se presentaron unos hombres armados en su casa a buscarle», explica Elena Martínez Hombre. «No llevaban orden de detención alguna. Sabiendo perfectamente cual era su destino, no quiso irse sin ponerse previamente el uniforme».

Oviedo dio su nombre a una prueba en su primer concurso hípico, en 1948, e Infiesto también le rindió homenaje en el concurso que organizó en 1975 y 1976.