La gijonesa Jéssica Alonso acaba de comprometerse para la próxima temporada con el conjunto francés de Le Havre, uno de los mejores del país vecino y de cuyo potencial es un reflejo que fue el equipo que ganó la Copa IHF del pasado año.

Jéssica jugó la temporada que acaba de finalizar en el Zajecar serbio donde sufrió una lesión en una mano. Deportivamente la temporada fue positiva porque el Zajecar ganó la Liga y la Copa.

La extremo internacional española fue de las jugadoras que se vieron afectadas por la crisis del hasta ese momento todopoderoso Itxako Navarra lo que la obligó a emigrar, aceptando la oferta del club serbio en el que militaban otras españolas.

Tras las medallas de bronce conseguidas en el último Campeonato del Mundo y en los pasados Juegos Olímpicos Jéssica Alonso decidió poner fin a su etapa en la selección nacional.

El balonmano femenino francés esta considerado como uno de los más fuertes del mundo por lo que la presencia de la gijonesa en esta liga habla bien a las claras del potencial que atesora. Alonso llega para reforzar una posición que se había quedado coja tras la marcha de Elodie Pétricien.

Le Havre se está reforzando de manera importante porque también ha incorporado a otra medallista olímpica la montenegrina Jasna Toskovic ya que tiene el objetivo de luchar por todos los títulos la próxima temporada. En la actual el Le Havre ocupó la cuarta plaza de la liga francesa.

Alonso se inició en la cantera gijonesa y debutó en la máxima categoría en las filas del Balonmano Gijón de donde pasó al Itxako, club con el que logró tres ligas y tres copas y fue finalista en la Liga de Campeones en el año 2011.