Saldrá Rafa Nadal de Pekín al frente de la clasificación mundial con un mínimo de 11.160 puntos (11.360 si gana hoy la final) y con la tranquilidad extra de saber que de aquí hasta febrero no hará más que añadir puntos a su cuenta, lo que en la práctica no sólo le garantiza terminar el año al frente de la ATP, sino también la defensa del número 1 a medio plazo, pues entre octubre y febrero del pasado año no disputó torneo alguno. El serbio, por su parte, tiene ahora en contra lo que hace un año sumó a favor, pues defiende en los próximos meses nada menos que los 1.000 puntos de su victoria en Shanghái, los 1.500 de la victoria en Londres en el torneo que cierra la temporada y los 2.000 del título en el Abierto de Australia. Si no le quiere

sumar sólo tendrá la opción del Master 1.000 de París-Bercy,

donde en 2012 caía en segunda ronda.